Una tarde dominical. Unos niños con su ropa de domingo jugando en el
escenario situado a los pies del Ayuntamiento. Una gran plaza, punto de
encuentro, lugar de reunión y de exclamación. Las terrazas de las cafeterías
llenas de parroquianos, las de un lado y las del otro. Una plaza provinciana y
pueblerina con mucho encanto.
El origen de esta plaza fue la que había en el trazado urbano medieval
de Ocaña, de planta irregular. En 1777
se decide construir una nueva plaza Mayor siendo el proyecto del arquitecto
Francisco Sánchez.
A finales del siglo XVIII se terminaron las obras de la fachada oeste
sonde se ubicó la Casa Consistorial. Se hizo con fondos públicos de la Villa,
dato importante porque no fue así en todos sus lados. Ya verán. La fachada
norte se hizo gracias a un préstamo a censo que hizo la Villa de Yepes a la de
Ocaña, redimido por el Gobierno cuando se verificó su venta como Bienes del
Estado. La fachada sur, conocida como de la Virgen, fue costeada con Fondos de
la Hermandad de Nuestra Señora de los Remedios, patrona de esta Villa, también
vendida como la anterior.
La fachada este, donde se encontraba la cárcel, tardó más en
construirse. Primero lo intentaron los padres dominicos pero no lograron su
objetivo (1834). Posteriormente, el Ayuntamiento tomó la iniciativa con fondos
de la Villa y aunque aprobado el proyecto del arquitecto Mariano Sánchez (1869)
con la cantidad de 158.759 reales con 10 céntimos, fue rescindido el contrato y
no se construyó. Finalmente, esta bella plaza Mayor se terminó en 1961 con
motivo de la Coronación de la Virgen de los Remedios, patrona de la Villa.
De planta ligeramente rectangular aproximándose al cuadrado, tiene 55
por 52,5 metros, sus fachadas tienen una gran armónica simetría. Tienen cuatro
alturas. La planta baja, con soportales, tiene arcos de medio punto de
ladrillo: 18 arcos en los lados mayores y 17 en los menores. En los dos pisos
hay balcones remarcados con una cornisa de origen toscano. En el tejado se ubican unas buhardillas, a eje de balcones y arcos.
En la plaza destaca la Casa Consistorial. En su fachada consta una
inscripción que narra el inicio y la finalización de este edificio “reinando el
rey Carlos III”. Tiene tres balcones volados en la primera planta, con
barandilla única de hierro, y en la parte superior otros dos balcones que
tienen en su centro un escudo labrado en piedra con las armas de la Villa con
una corona ducal encima y sujetado con dos leones. En el tejado hay una
torrecilla con el reloj.
En 1981 se inician los trámites para declarar la plaza como Monumento
Histórico Artístico Nacional. El 18 de junio de 2002 se declara Bien de Interés Cultural con la
categoría de conjunto histórico. el 31 de mayo de 2006 se celebró la
terminación de las obras de restauración de esta plaza: fachadas, pilares y
arcos, así tiene esta imagen tan espléndida. Así está catalogada como entre
las cinco mejores de España en su puesto tercero después de Madrid y Salamanca.
Muchos son los acontecimientos sociales, culturales e históricos,
además de torneos, corridas de toros y otros festejos populares, que se han
desarrollado en esta plaza. Por citar uno, aquí tuvo lugar la proclamación de
la Constitución de 1812 por Enrique José O´Donell, Conde de la Bisbal, en 1820
ante el regimiento Imperial Alejandro.
Es una plaza preciosa que merece la pena visitar y disfrutar de su
hermosura sentado en una de las sillas de las terrazas de los pocas cafeterías
que hay en la misma mientras te tomas un refresco. Y es que esta plaza es
grande, en su sentido más amplio, pero es pequeña la localidad que la alberga.
Buena suerte tienen sus parroquianos de disfrutar de esta maravilla.
Ocaña es un municipio español de la provincia de Toledo, en la Comunidad Autónoma de Castilla la Mancha.
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