jueves, 27 de marzo de 2008

Forna - Adsubia

La primera vez que oí hablar del castillo de Forna fue cuando mi buen amigo Arturo nos narró sobre él mientras comíamos en Aigues después de una dura marcha de senderismo. Y también fue la primera vez que le oí contar con tanto entusiasmo sus experiencias por la Vall de Gallinera, donde el castillo de Forna lo abre ó lo cierra, según se mire.


Cuando fuimos a ver la alineación solar en Benitaya, contado en este blog, no dio tiempo de visitarlo. Me quedó ese gusanillo perverso que no tiene fin hasta que consigue su objetivo. Visitar el castillo. Conocer el pueblecito que hay a los pies de esta atalaya. Forna. Callejear por las calles de Adsubia, con la que Forna comparte ayuntamiento. Y, también, disfrutar de la gastronomía de la zona.

La excursión estuvo en vilo la noche anterior. Mi hijo Carlos estaba un poco sombrío. Nos temíamos un resfriado inoportuno. Con niños ya se sabe. Imprevistos, muchos. El lunes de Pascua Carlos era otro. La mona. La conquista del castillo. Corretear por el campo. Fue el primero en levantarse y el primero en despertarnos a todos.





Vamos a la Comarca de la Marina Alta, al norte de la provincia de Alicante, frontera con la de Valencia. Fuimos por la autopista AP7 desde Alicante, salida por Ondara, camino de Pego y de Adsubia. Desde aquí una bifurcación hacia Forna, por una carretera estrecha muy bacheada. Poco antes de llegar al pueblo de Forna una carretera a la derecha, en cuesta. Junto a esta, un bar y una gran explanada para aparcar automóviles. Sobre el cerro, el castillo. Vigilante, en un cruce de caminos desde antiguo entre la Vall de Gallinera y el llano de Oliva y Denia.

Para llegar al castillo, una senda de tierra. Vegetación de monte bajo. Los altos muros de las torres, de los lienzos de las murallas, imponen. La fachada de la entrada mira al pueblo de Forna con el que nació y con el que vive desde entonces.

castillo de Forna




Residencia feudal y fortificación. Palacio y castillo. Es de planta cuadrada, con un patio central y cuatro torres rectangulares en las esquinas. Todo construido con la técnica islámica del tapial, sobre mampostería y con aberturas remarcadas en ladrillo.

Unos escalones escavados en la roca y una gran puerta de madera bajo un arco de medio punto. Da paso al patio. En el patio, un aljibe. Desde el patio, las dependencias. Cuadras. Cocina. Comedor. Un gran salón. En la sala situada en la torre del flanco Noroeste, un excelente grafito de la época bajo-medieval y renacentista. Una escena naval con una serpiente y guerreros armados.





Forna era una alquería en época islámica. Su castillo perteneció al caudillo musulmán Al-Azraq, llamado el azul por sus impresionantes ojos azules, según cuentan las leyendas del valle. Con la pérdida de este territorio con el Pacto del Pouet el rey Jaime I de Aragón incorporó a su corona el pueblo y el castillo, correspondiendo a Bernat Guillem su administración.

La propiedad del pueblo y del castillo han pasado por muchas manos. Pactos de guerras. Concesiones. Donaciones. Ventas. Actualmente el castillo es propiedad municipal, una de las fortificaciones mejor conservadas de la Comunidad Valenciana, declarado Bien de Interés Cultural, con categoría de Monumento (BIC).











Desde sus ventanas, el pueblecito. Forna. Unos cuarenta vecinos. Casas encaladas. Unifamiliares. Apiñadas unas con otras. Calles estrechas y empedradas. Una fuente subterránea. Una pequeña plaza. Otra fuente. Una iglesia sin torre. Geranios. Ni un papel por el suelo. Tranquilidad. Caras del norte de Europa. Transeúntes hablando en valenciano.


Forna






Paskki




Camino de Adsubia, el pueblo hermano de Forna, forman juntos un municipio. Adsubia está situada en la entrada de la Vall de Gallinera, viniendo de Pego en dirección a Cocentaina y Alcoy. Su emplazamiento actual es de época árabe. Pueblo pequeño cuya actividad principal es la agricultura, rodeado de naranjos y de limoneros. Blancas. Amarillo albero. Anaranjadas. Sus casas tienen las fachadas de colores cálidos. Una fuente, junto a la iglesia, lugar de reunión de propios y de extraños. Frente a la fuente, un horno de pan. Cerca de la fuente, un bar. Callejeamos. La esbelta y alta torre de la iglesia acaricia el cielo. Solitarias calles un día de fiesta. Calles tranquilas. Sin vehículos. Sin ruido. Unas golondrinas planean sobre nuestras cabezas. Un pájaro, desconocido para mí, no deja de piar hasta que pasamos cerca de él. Calla y nos observa curioso desde un balconcillo de una ventana. Con su silencio nos llega el susurro del agua de la fuente. Dos caños y mucha agua.

Adsubia










El piar de los pájaros, el susurro del agua, el caminar por el monte y por las calles de Forna y de Adsuvia, nos abren el apetito. Myriam y Carlos se impacientan, tienen hambre. Tenemos mesa reservada en el Restaurante La Moleta. Ensalada Mixta. Croquetas de bacalao. Cocas. Paqui elige el arroz. Hoy será al horno. Muy bueno. Biter. Cerveza. Flan casero. Fruta. Infusión de tomillo. Café. Mistela. 92,50.- euros, los cuatro (12 euros persona para el arroz, 12x4=48 eu el arroz al horno).




Cocas


Arroz al horno



Por la tarde recorremos la Vall de Gallinera de extremo a extremo y salimos por Muro de Alcoy, como nos recomendó Arturo hace unas semanas, pero esta es otra historia que contaré algún día.

12 comentarios:

paskki dijo...

Restaurante Bar La Moleta. c/ Torres Orduña, 67. Adsubia. Teléfono 965.571.309.

paskki dijo...

Dedico este artículo a mi amigo Arturo y a quienes como él saben disfrutar de nuestros pueblos, de nuestro paisaje, de nuestra historia y, sobre todo, saben contarlo con entusiasmo y compañerismo. Por todo esto, va por vosotros.

Un abrazo.

Enrique Martín dijo...

Enhorabuena, excelente artículo. Las fotos no desmerecen. Desde luego, invita a ir.

¡Nos vemos en la próxima!

Anónimo dijo...

No paras, compañero. No conozco esta parte de la provincia de Alicante y tengo que ir. Seguro que iré. Felicidades por el artículo.

Francisca.

Anónimo dijo...

Por casualidad, buscando información sobre uno de los poemas de Machado, me encontré con este blog y lo que he visto y leído en él me ha gustado muchísimo. Me encanta el senderismo,pero mis pateos de momento se reducen a los senderos de las distintas Islas Canarias. Seguiré curioseando esta página, igual nos animamos a visitar algunos de esos lugares. Saludos.
Bony

paskki dijo...

Recordé a Machado con los colores de otoño en las Lagunas de Ruidera. Con tus palabras Bony, ahora me acuerdo de:

"Caminante, son tus huellas
el camino, y nada más;
caminante, no hay camino,
se hace camino al andar" ...

Me gusta que te guste este blog. Y me gustaría encontrarte de nuevo en otro post, en otro comentario, con otras sensaciones.

Un abrazo.

Arturo Moreno dijo...

después del ataque de los virus, tanto en el ordenador como en mi cuerpo, vuelvo a la red.
Muchas gracias, por la dedicatoria, pero sobre todo por aprovechar y plasmar tan esplendidamente mis pequeños conocimientos.
Paskki, empezaste la jornada en un castillo templario y la acabaste cerca de otro.Lorcha
Esta gente no era tonta, los dos tienen una localización muy estratégica.
El primero, Forna, defiende y cierre el acceso desde el mar(Denia) y el llano hacia la Vall de Gallinera.
El segundo, Lorcha o encomienda de Perpuxent, defiende el acceso desde el mar (Oliva)a traves del estrecho de la Safor, a Alcoy.

Los dos únicos castillos de la orden templaria tuvo en la provincia, están practicamente en paralelo solo separados por la sierra del almirante.

¿Casualidad?. No creo.

Por cierto, que arros al forn te gustó más.

arturo

paskki dijo...

Gracis por compartir tus conocimientos, Arturo. Ya me pica el gusanillo para visitar el castillo de Lorcha y contar algo del complicado pasado templario en nuestra provincia.

Arroces al horno he comido varios últimamente. En el Trestellador, en Benimantell; en Ta Casa, en Benissivá; y en La Moleta, en Adsubia; todos buenos. El del Trestellador es quizá el que más se diferncia de los demás con un sabor más intenso, con su truquillo especial para conseguirlo. Pero sigo investigando ... en nuestra gastronomía, siempre que sea con buena compañía.

Un abrazo.

Randolo dijo...

No sabía de su existencia. Aunque está un poco lejos, lo visitaré pronto. Muy bien descrito, paskki, eres un genio. Ahora, ese arroz merece al menos dos horas de siesta, no dos de carretera que tardarías volviendo por la carretera de Muro. Yo estuve hace poco en el Vall D'Alcalá y casi me da algo.
Un abrazo

paskki dijo...

A mí no me pesa la carretera, amigo Randolo. Después de recorrer el Valle salimos por Muro de Alcoy, pasando antes por el embalse de Beniarrés y merendando y tomando la mona después a los pies del torreón castillo de Cocentaina y la zona recreativa de la ermita de San Cristóbal que contaré algún día porque también es un lugar para ir en familia y con amigos.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Sirva la presente para agradecerle y a la vez felicitarle por su espacio dedicado a nuestros pueblos.

Desde el Ayuntamiento de Adsubia y Forna se le felicita por el reportaje realizado con fecha entrada 27 de Marzo de 2008 a nuestros dos pueblos de Adsubia y Forna.

El monumento del "Castell de Forna" podrá ser visitado hasta finales de Mayo que cerrará sus puertas en la época estival hasta empezar de nuevo la actividad en Septiembre.
Pueden solicitar cita previa para la visita guiada en el 636.49.45.01 o en las dependencias municipales 96.557.13.58. También pueden visitar la web del municipio para obtener información acerca de los recursos turísticos de Adsubia y Forna en www.atzuvia-forna.com

Desde este Ayuntamiento se le reitera el agradecimiento y se le invita a volver a nuestros municipios cuando lo desee.

Anónimo dijo...

Me llamo Jorge soy residenre de adsubia y e descubierto este blog por casualidad ya que estava buscando escritos sobre la historia de mi pueblo. Me ha gustado mucho la descripccion tanto de adsubia como de forna y me alegro que gustaran los pueblos,pero me gustaria animar a los que ya vinieron como a los que no a repetir y seguir viendo mas cosas,como por ejemplo las cuevas de canalobre.Gracias y os esperamos.

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