Por el Parque Natural de la Font Rojaa, cerca de Alcoy. Nos reciben los
campos húmedos de las últimas lluvias, un limpio ambiente arbóreo, las bajas
temperaturas de un sábado soleado de principios de diciembre, los colores de
otoño que se resisten al invierno, un mar de montañas en el horizonte con sus
picos y sus vaguadas, unas fuentes dejando escapar un chorro de agua. Y el Santuario, el moderno que sustituyó al antiguo. Como
la pequeña ermita que fue el principio de todo para que este punto de encuentro
del carrascal que aquí se desarrolla sea tan popular para propios del lugar
como extraños que venimos de lejos.
Es un sitio singular donde son protagonistas una ermita, un milagro,
diversas fuentes de agua clara y fría,
el monte y su carrascal, las labores de antaño por estos parajes, multitud de
senderos que escalan y rodean la cumbre del Menejador y la gastronomía. Todo
hace de este Parque Natural un espacio ideal para pasar un extraordinario día
al aire libre.
El origen de la ermita fue debido a un milagro. Un religioso afligido
por diversos acontecimientos entre vecinos de Xátiva, un pueblecito de
Valencia, que negaban la virginidad de la Virgen María, iba cabizbajo, rezando,
mientras caminaba por este bosque durante un retiro espiritual, cuando vio
entre la maleza un lirio. Quiso compartir su belleza con sus compañeros de
retiro. Al arrancarlo vio en su bulbo la imagen tallada de la virgen María.
Arrancó otro lirio y ocurrió lo mismo. Corrió al encuentro de sus compañeros
que comprobaron la veracidad de lo descubierto. Este
religioso era el Pavorde Antonio Guerau. También corroboraron los hechos Luis Merita,
Caballero de Alcoy, así como Jaime Margarit, Justicia de esta población.
Informaron a Martín López de Ontiveros, Arzobispo de Valencia, quién a su vez
se lo contó al Marqués de San Román, Virrey y Capitán General del Reino, quien
informó al rey Felipe IV en conocimiento de Juan Tomás, presbítero del Oratorio
de S. Felipe Neri de Valencia, a cuya Congregación también pertenecía el
Pavorde Guerau. Todos aclamaron este acontecimiento como veraz.
En el mismo lugar del descubrimiento se levantó una ermita - en 1663 -
a la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora y a S. Felipe Neri, conmemorando
los hechos mencionados que ocurrieron el 21 de agosto de 1653. Junto a la
ermita se construyó una hospedería (1720). Nada queda de la ermita y de la hospedería
original que fueron sustituidas por otras nuevas construcciones inauguradas el
19 de julio de 1744. La ermita que hoy podemos visitar es del 14 de junio de
1891, inaugurada junto a una carretera que la comunicaba con Alcoy. En 1922 se
construyó junto a la ermita un hotel rural y varios chalets de reposo. Sobre el
hotel, en uno de sus lados, se levantó un campanario con una gran imagen de la
Inmaculada Concepción de 5 metros de altura, que se ve desde muy lejos. El
autor de esta escultura es José Pérez quien la terminó en 1927.
El santuario tiene forma rectangular con tres pisos. En el segundo piso
hay una hornacina con la leyenda que dice que “la declaración de la Virgen de
Lirios como Patrona de Alcoy tuvo lugar el 21 de julio de 1941”. Actualmente,
buena parte de este edificio rectangular son exposiciones de interpretación de
la naturaleza e itinerantes, así como oficinas de la Generalitat Valenciana con
su personal dedicado a la protección del lugar y del medio ambiente.
Todo forma parte de un entorno verde espectacular dentro del Parque
Natural de la Font Roja. Es un verdadero tesoro tener este carrascal protegido
y conservado, preservando y dando cobijo a una flora y una fauna que viven y se
reproducen en este espacio desde hace muchos siglos. Multitud de árboles se
refugian en la umbría del Menejador, entre ellos, encina, fresno, arce ó
roble. Diversas aves encuentran en este Parque su lugar de paso ó de estancia
permanente como el petirrojo, el carbonero común, el arrendajo, el halcón
peregrino ó el águila perdicera. En las partes altas se han visto manadas de
jabalíes y algunas liebres que corretean a sus anchas por el bosque.
El Parque Natural de la Font Roja fue declarado así el 13 de abril de
1987 por la Generaliat Valenciana. Se ubica entre los municipios de Alcoy y de
Ibi. El espacio natural protegido abarca unas 2.298 hectáreas. La cumbre de la
Sierra del Menejador, con 1.356 metros de altura, es la parte más elevada del Parque.
Caminar por este monte es una gozada. Se respira naturaleza y aire
puro. Se siente una gran paz interior rodeado de árboles, riachuelos con agua
helada y monte. Una pista forestal ancha y de buen firme sube hacia la cumbre
del Menejador. En el camino te encuentras sorpresas que lo hacen más ameno como
la cova gelada, un orificio rocoso que se introduce hacia las entrañas del
monte; una carbonera donde se conseguía carbón vegetal de forma artesanal; unos
miradores desde donde se ve el valle, Alcoy y las montañas de alrededor; y la
senda que busca la cumbre desde donde la mirada se pierde en el horizonte a
vista de pájaro allí arriba.
Regresamos. Después de la caminata, el estómago pide reponer fuerzas.
En una casa de tejado a dos aguas con vigas de madera en su interior y paredes
de piedra, tomamos unos aperitivos que son la antesala de un buen arroz al
horno y un exquisito gazpacho montañés. Todo en el restaurante la Fuente Roja,
junto al aparcamiento del Santuario. Una infusión de tomillo después de una
degustación de pasteles cierra un día extraordinario en familia.
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