Alicante es Belén es el nombre de la exposición alicantina de
belenistas en la Diputación de Alicante. Se ha elegido este nombre como
reconocimiento a los 60 años de la Asociación de Belenistas de Alicante, así
como al talento y al tesón de sus miembros que han echado horas de imaginación
y de trabajo para dar color y brillo a la venida de Jesús de Nazareth al mundo. Esta asociación es fiel reflejo de la tradición belenista de buena parte del Mediterráneo cristiano.
Hace algunos años, en mi infancia, tuve la suerte de ver cómo una
belenista - Pernas es su apellido - hacía su belén poco a poco en el salón de
sus casa. Era como estos, grande, del tamaño de una mesa de comedor, modelando
ella con sus manos los muros de las casas y palacios, puentes y montañas, ….
Cada año esperábamos con emoción ver cómo nacía ese belén casero. Como ella,
cada artista a su manera, representan distintas escenas de la historia de
Jesús, imágenes bíblicas que dan origen a la Navidad. La anunciación del ángel
a los pastores, la llegada de los reyes magos, el de las
calles y rincones urbanos, animalitos que picotean o recorren distraídos
campos y muros de ladrillo, el agua que corre de una fuente, … Muchos de los
ambientes representados en esta exposición están influidos también por rincones
de Alicante como la Torre Rejas de la huerta alicantina, la Sangueta, la
desaparecida puerta de San Francisco, …
El belén central es un belén de estilo bíblico con imágenes
cotidianos del mismo pueblo de Belén. Las figuras representan las gentes del lugar como
se supone que vistieron hace 2.000 años coincidiendo con el nacimiento de
Jesús. Están hechas por el taller de Jose Luís Mayo. A lo largo de 12 metros se
enseñan 8 escenas: el anuncio del Ángel a María; la posada que no dio cobijo a
María y a José; el pueblo, el mercado y la fuente de Belén; el establo donde
nació Jesús; los pastores embobados escuchando el anuncio de los Ángeles; la
caravana de los reyes magos en las calles de Jerusalén; la casa de María y José
en Nazareth haciendo labores de carpintería y textil; y las lejanas tierras de
Egipto donde María y José tuvieron que huir. Un lujo a los sentidos con los que
descubrir lo que se ve en estas representaciones, lo que se intuye de la
maestría del artista, lo que sabemos de las páginas bíblicas y nos imaginamos
de aquellos días.
Entre todas las representaciones, hay otro de gran formato entre los
pequeños y el belén central, que representa un momento de Alicante cuando
personas ataviadas con trajes populares cantan y ríen camino del nacimiento de Jesús y
se acercan al pesebre con cánticos, panderetas y dulzainas. ¿Que pensarían si así
los hubieran visto llegar María, José y el niño Dios en vez de vestir la
indumentaria de la época?. Seguro que la sorpresa no hubiera sido mayor que la
de los aldeanos alicantinos que iban a adorar a un niño tan buscado y deseado
por todos: por el poder para destruido, por los magos y los pastores
representando al pueblo para adorarlo. La torre y la cúpula de Santa Faz se
dejan ver a lo lejos, vigilantes de semejante escena.
También hay belenes más pequeños que muestran con más humildad este
acontecimiento social, religioso e histórico del nacimiento de ese niño
envuelto en pañales y que duerme en un pesebre.
Esta exposición estará abierta al público del 3 de diciembre de 2019 al
6 de enero de 2020. Y se expone en la sala de exposiciones de la Diputación Provincial de Alicante gracias a la colaboración de la Asociación de Belenistas de
Alicante actualmente presidido por Alejandro Cánovas Lillo. Es una buena manera
de empezar la Navidad, o de continuarla, en familia, disfrutando de estos
belenes. Que así sea.
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