Nos vamos de cumpleaños. Muchos son sus años, aunque celebramos sólo 125. Más son las satisfacciones relacionadas con ellos. Más, las sensaciones que han producido. La sombra que han dado, siendo cobijo a tantos niños y niñas, a tantos jóvenes. A tantas personas que se han arrimado a sus muros. A tantos que han jugado tan cerca, que han besado a su vera, que han hablado en su entorno de sus sueños, de sus pasiones y de los momentos vividos.
El acueducto de Segovia ha cumplido 125 años desde que se le nombró Monumento Histórico Nacional.
Este acueducto, situado en la plaza del Azoguejo, es uno de los vestigios romanos mejor conservados que hay en la Península Ibérica. Está construido con sillares de granito, sin argamasa entre ellos. Conduce el agua del manantial de la Fuenfría, situado en el paraje de La Acebeda, a unos 17 kilómetros de la ciudad. El agua se recoge en la cisterna llamada El Caserón, para recorrer por un canal hasta la llamada Casa de Aguas donde se decanta y desarena. Luego recorre 728 metros hasta lo alto del Postigo, el espolón rocoso en donde se asentaba la ciudad alrededor del Alcázar. La parte más alta del Acueducto tiene 28,5 metros, con unos 6 metros de cimientos. Sus 167 arcos son de dos tipos y sostienen los pilares.
Merece la pena llegar poco a poco a la plaza de Azoguejo y ver cómo el Acueducto se nos acerca. Cómo aumenta de tamaño. Cómo se crece y escarba por el aire, cielo arriba. Cómo acoge y nos agrupa entre sus brazos, sus arcos. Cómo nos observa, cómo ha mirado a tantos y de tantos ha sufrido. Porque ha sido testigo de muchos acontecimientos de la historia de España. Si sus piedras hablasen … con un sentido objetivo de las cosas que han pasado y que vuelven a pasar.
Muy cerca, el Mesón Cándido también nos atrae. En un ambiente acogedor, de empresa familiar. Entre fotografías y recortes de prensa que cuelgan de sus paredes, con tantos recuerdos. Entre cerámicas y mobiliario castellano. No podemos irnos de Segovia sin probar el cochinillo al horno de Cándido, especialidad que es también embajadora de esta localidad como uno de los platos más exquisitos de su gastronomía. Y mientras comemos observamos al Acueducto desde la ventana que hay junto a nuestra mesa. Impone verlo de nuevo, tan cerca, tan impresionante, casi al alcance de nuestras manos. ¡Feliz cumpleaños, Acueducto de Segovia!.
direcciones relacionadas con este escrito:
http://noticias.terra.es/local/2009/1017/actualidad/un-millar-de-personas-abraza-al-acueducto-de-segovia-para-celebrar-sus-125-anos-como-monumento-nacional.aspx
2 comentarios:
Hola Pascual.
Otro aniversario, el mío, me ha permitido conocer tu blog. Muy interesante, veo que tratas algunos temas que me interesan o conozco.
Jérica, cuantas veces he pasado por allí, cuando la carretera pasaba por medio del pueblo y yo me dirigía a Viver.
Ripollés, ese artista castellonense que está como una cabra, por su aspecto,tiene una de sus esculturas al principio de la calle Eduardo Boscá en Valencia, no me gusta nada.
O este aniversario del acueducto de Segovia que desconocía y eso que este verano pasé unos dias en dicha ciudad, dias de descanso.
Encantado de conocerte.
Un saludo.
Bienvenido a este blog. Espero encontrarte en otras ocasiones. Nos leemos. Un saludo.
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