Todos los que hace algunos años hemos estudiado en los Jesuitas de
Alicante escuchamos muchas cosas del Colegio Nazaret como algo grande, como
algo bueno, y con ellos aprendimos a valorar el verdadero valor de la
solidaridad, lejos de oportunismos y protagonismos innecesarios. Desde nuestra
infancia vimos cómo evolucionaba el Colegio Nazaret haciéndose imprescindible
en la sociedad alicantina.
El Colegio Nazaret de Alicante de entonces nació en 1957. España vivía
en plena post guerra civil española con hambre por las calles, paro y
marginación de muchos de sus ciudadanos. Y niños sin nada que hacer, sin
asistir a la escuela, buscando entre la basura algo que llevarse a la boca.
Estas imágenes callejeras conmocionaron al jesuita Francisco Javier Fontova por
lo que hizo las gestiones necesarias para poner remedio para que esos niños
recuperasen su ilusión infantil, su dignidad como personas, que tuvieran un
sitio donde desarrollarse física e intelectualmente y donde alimentarse con las
mínimas garantías de calidad adecuadas para su edad. Fontova creó lo que llamó
“la Ciudad de los Muchachos”. Empezó
acogiendo a 32 niños en los bajos de la Congregación Mariana de los Jesuitas de
Alicante. Entonces sólo hizo falta dar alojamiento a 2 niños, los demás dormían
en su casa. Se corrió la voz en la ciudad, Fontova era el quijote contra la
marginación y su obra fue creciendo en acogida y servicio a los demás. En 1968
se trasladaron a unos inmuebles en el Polígono de San Blas. Entre los años
1977-79, 190 niños de las edades de 5 y 17 años vivieron en régimen de
internado. En 1980-81 se distribuyen en diversas residencias de menores,
algunas cerca del Colegio. Todo esto lleva al Centro de Vida compuesta por
varias residencias de acogida distribuidas por diferentes barrios de la ciudad.
El Colegio Nazaret de Alicante hoy presta servicio a menores en riesgo
de desamparo y de exclusión social ofreciendo la posibilidad de recuperar su
infancia y crecer de forma normalizada; así como da formación a las mujeres y
apoyo a las familias para detectar y evitar la situación de riesgo para el
menor. Es un Centro concertado de uso público y gestión privada. Depende del
Área de Menores del Sector Social de la Compañía de Jesús en Alicante. Sus
alumnos son niños y adolescentes protegidos y tutelados por la Administración
Pública. Motivos familiares y/ó sociales les impide vivir en su ámbito social.
Nazaret es un colegio especial, no tiene los mismos contenidos que un
colegio en su sentido amplio. Se trabaja sobre todo sobre hábitos de conducta y
de relaciones, se imparte materia educativa con unos niveles básicos y se
realizan talleres manuales de oficios donde se prevé que puedan desenvolverse
en el futuro. Los alumnos son de edades comprendidas entre los 6 y los 18 años.
A partir de los 18 hasta los 25 años algunos de estos adolescentes que no
pueden volver a su entorno familiar son acogidos en lo que en Nazaret llaman
casas de emancipación en donde se les orienta en el mercado laboral y se les da
amparo en su primer trabajo.
El Colegio Nazaret se nutre de un convenio con la Administración
Pública a través de la Consellería de Igualdad y Políticas Inclusivas de la
Generalitat Valenciana; también de la iniciativa privada. Estos Colegios
concertados dan cobertura a personas donde la Administración no llega y por
esto necesitan de la sensibilidad de la sociedad.
Un año más el Rotary Club Alicante Costa Blanca donó al Colegio Nazaret
de Alicante, hace un par de semanas, diversos ordenadores gracias a la
generosidad de la empresa Rosmiman que los distribuye. Estos ordenadores están
destinados al aula de informática de Nazaret, a sus pisos de emancipación y a
la propia Administración de este Colegio.
La nueva Ley de Servicios Sociales de la Comunidad Valenciana,
recientemente aprobada, declara a estos servicios como universales, esenciales
y de interés general. Esta ley garantiza el acceso a las personas con
residencia efectiva en la Comunicad Valenciana y a los valencianos que residan
en el exterior, con una mayor dotación presupuestaria.
A ver si de una vez por todas estos Colegios tienen estabilidad
presupuestaria concertada porque la labor que realizan es extraordinaria. Que
así sea sólo es posible si la Administración Pública se implica en garantizar
estos servicios tan necesarios.
Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press
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