Poco antes de las dos de la madrugada del 20 de julio de 1969 mis padres nos despertaron a mis hermanos y a mí para ser testigos televisivos de un acontecimiento histórico. Unas horas antes, en la tarde del día anterior, nos explicaron lo que iba a pasar, lo que podíamos ver a través de la tele. Nos preguntaron si queríamos presenciarlo en directo y todos estuvimos dispuestos a disfrutarlo juntos, en familia. La verdad … es que esa noche dormí poco pensando lo que íbamos a ver. Tenía seis años y mi imaginación corría por mi mente sin descanso. Me preocupé, incluso, en el éxito de esa misión espacial. A nadie se le pasaba por la cabeza que no tuviera éxito, pero tampoco nadie sabía qué se podían encontrar en la luna. Este era el acontecimiento histórico mundial de esa noche: ¡la llegada del hombre a la luna! por astronautas de EEUU.
cara visible de la Luna
Recuerdo que bajamos las escaleras de mi casa, vivíamos en un duplex, cogidos de la barandilla, somnolientos y con pasos cortos. Pijama, zapatillas de noche y batín era nuestra indumentaria. Un vaso de leche nos animó. Sentados delante del televisor, empezamos a ver imágenes en blanco y negro, antesala del gran momento. La voz del locutor, un joven Jesús Hermida, nos iba introduciendo en la atmósfera de ese acontecimiento que se iba a producir en breves instantes. Con anécdotas y realidades de los astronautas, de la cápsula, de los viajes a la luna no tripulados por el hombre, de como les esperaba en órbita desde el módulo de mando Michael Collins, el tercer astronauta de la misión, y qué tenían que hacer para volver a la tierra. Y llegó el momento esperado. La cápsula había alunizado sobre el lecho de la luna. Fue un momento de gran emoción y de cierta inquietud. Porque ¿qué se podían encontrar en la superficie lunar, además de tierra, piedras, …?. Podía darse la sorpresa. O eso pensaba yo. Y con esa enorme emoción también tenía otras sensaciones que más tarde te contaré amigo lector.
Es cierto que antes de mandar al hombre a la luna hubo otras expediciones no tripuladas por el espacio, incluso en septiembre de 1959 la URSS consiguió posar sobre el suelo lunar la sonda Luna 2 y un mes después la Luna 3 que recogió imágenes de la cara oculta de la luna. En abril de 1961 la URSS consiguió mandar el primer hombre al espacio: Yuri Gagarin. Días después John F. Kennedy, Presidente de los EEUU, se comprometió con su pueblo y con el mundo a ser la primera nación en llevar un hombre a la luna. Se había iniciado la carrera espacial entre EEUU y la URSS. En 1964 EEUU lanzó el cohete Ranger 7 para sacar 4.000 fotografías de un viaje espacial cerca de la luna. En 1966 la nave rusa Luna 9 fue la primera en enviar a la tierra imágenes de televisión de la luna. En septiembre de 1968 los soviéticos mandaron la nave Zond 5, con animales y plantas, que se paseó por la luna y volvió a la tierra. Lo mismo hizo en diciembre el Apolo 8 de EEUU volviendo a la tierra después de dar una vuelta a la luna.
Pero permitirme que volvamos al relato de aquella fría madrugada de julio de 1969, en la ciudad de Alicante. Impacientes, mirábamos la televisión cuando vimos un astronauta. Bajaba despacio por la escalerilla de la cápsula. De espaldas. Escuchábamos la respiración alterada de Armstrong. Al bajar con su pie el último peldaño, cuando pisó la luna por primera vez, me entraron ganas de dar un largo aplauso, de saltar, de abrazar a mis padres y a mis hermanos. Fue muy emocionante. Y aún más cuando Amstrong dijo aquella célebre frase: “Acabo de dar un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. Se dio un paseo lunar, dando saltos y vimos como flotaba en el aire para caer de pie después. Una sorpresa. Lo mismo hizo su compañero Aldrin. Y no ocurrió lo que temía, incluso lo que quería que ocurriera, teniendo una sensación contradictoria de alivio y de desilusión. Porque pensé que podían encontrarse con un lunático, con un habitante de la luna, y no fue así. Me imaginaba cómo podía ser, si vestiría como los astronautas, si iba a ser hospitalario, si … Aunque mi inquietud infantil de los primeros momentos se transformó en alegría porque la misión tuvo un éxito rotundo, porque el hombre había pisado la luna y porque consiguieron volver a la tierra días después sin contratiempos.
Apolo 11 Tripulación del Apolo 11: Armstrong, Collins y Aldrin Módulo lunar Apolo 11
Como Cristóbal Colón, los astronautas Neil Armstrong y Buzz Aldrin hicieron realidad un sueño. Conquistaron nuestros corazones, ansiosos de nuevas aventuras lunares. Posteriormente han habido otros viajes a la luna y ahora la NASA tiene un proyecto para instalar una base permanente en su suelo. Con el 40 aniversario de la llegada del hombre a la luna nace un nuevo deseo: alcanzar nuevas metas con la llegada del hombre a Marte.
webs relacionadas de interés:
http://www.rtve.es/television/20090716/revive-primer-paseo-por-luna-armstrong-aldrin/285234.shtml
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090101/reportaje-nasa-sobre-mision-del-apolo/535341.shtml
http://www.rtve.es/mediateca/videos/20090104/luna-esta-bote/375370.shtml
http://es.wikipedia.org/wiki/Apolo_11
http://www.biografiasyvidas.com/biografia/g/gagarin.htm
http://www.elmundo.es/elmundo/2004/01/14/ciencia/1074106602.html
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