domingo, 19 de abril de 2009

Museo de la Sal. Parque Natural de las Salinas. En Santa Pola.

 

Siempre me ha gustado cruzar las salinas de Santapola. Por la carretera N-332. Andando. En coche. Las balsas, las acequias, llenas de agua salada. Las montañas de sal. Las aves que se alimentan en las salinas. La torre de Tamarit. Bellos paisajes que alargan la vista hasta un horizonte lejano. En nuestro campo de visión multitud de aves colorean las lagunas. Las oscuras golondrinas de Becker que, una vez más, han vuelto otro año. Las gaviotas, tan escandalosas. Los flamencos, blancos y rosados, de porte señorial. También cigueñuelas, avocetas, el pato cuchara ó el pato colorado, garzas, cormoranes, los pequeños correlimos, incluso los aguiluchos laguneros ó las águilas pescadoras. Una interesante fauna en libertad, en un paraje extraordinario. Fauna que podemos apreciar desde muy cerca. Todo, dentro del Parque Natural de las Salinas de Santa Pola.

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Este Parque tiene una extensión de 2.470 hectáreas. Está situado al sur de la provincia de Alicante (España). En él las aves conviven con la explotación salinera. Por medio de un circuito de balsas discurre el agua marina. Con la evaporización del agua se concentra la sal. Esta explotación no se interrumpe durante el inverno, permaneciendo las balsas inundadas todo el año. Por esto, el ecosistema se mantiene. Las aves se alimentan de los peces e invertebrados que se introducen en las salinas mientras que la producción salinera se beneficia de la riqueza mineral aportada por los excrementos de la avifauna. Por esto, una de las finalidades del Parque es que la explotación salinera se mantenga.

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El Parque tiene un Centro de Visitantes “Museo de la Sal”, con espacio para exposiciones y con una permanente sobre la explotación salinera. Está ubicado en un antiguo molino de sal restaurado que fue propiedad de una de las primeras industrias salineras asentadas en la zona. Con un amplio documento gráfico con fotografías en blanco y negro, paneles informativos y la propia maquinaria del molino, podemos entender mejor el proceso de extracción de la sal de las salinas.

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el molino de la sal: la sal se transportaba en vagonetas al interior del molino. Una vez en él, se tiraba en una tolva.

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De la tolva inferior se subía a una superior mediante una cadena de cangilones, desde donde se distribuía a dos molinos según el grosor que se precisara: uno de piedras (para la distribución de sales finas) y otro de cilindros (para la producción de sales más gruesas).

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la sal, una vez molida, se recogía en vagonetas, arrastradas por vacas y, posteriormente, por tractores.

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Junto al molino hay una pequeña laguna con un observatorio de aves. Cerca de este se abre un camino y diversos senderos alrededor de tres balsas que fueron antaño de explotación salinera. Las recorremos en silencio para poder ver de cerca a las aves. Rosa, del Museo de la Sal, nos ha dejado dos prismáticos de largo alcance. Uno lo lleva mi hijo Carlos, otro Paqui, mi mujer. MI hija Myriam y yo nos proponemos hacer unas interesantes fotografías. Rosa nos advierte que las aves están anidando, encubando los huevos de sus futuros polluelos. Por esto, entendemos mejor la actitud de algunas gaviotas que, entre los matorrales,  se ponen a chillar para advertirnos de su presencia y para no acercarnos. Alguna de ellas vuelan cerca de nuestras cabezas de forma intimidatoria para que lo tengamos en cuenta. Siempre tan escandalosas. Esta actitud de algunas gaviotas no empaña la visita. Los cañaverales, la flora de la laguna, la abundante fauna, es un espectáculo que nos permite disfrutar de una actividad al aire libre en familia.

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Cerca de las 14,30 h nos acercamos al puerto de Santa Pola. La cocina de Jaime del restaurante de la Antigua Casa del Mar nos abre sus puertas. Su sabiduría gastronómica de años le permiten hacernos un arroz a banda memorable, disfrutando antes de frutos del mar. La guinda a una mañana inolvidable.

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4 comentarios:

Pascual Rosser Limiñana dijo...

Para saber más de esta Parque Natural visita su página en http://www.santapola.com/salinas/salinas1.htm En esta puedes ver los horarios del Museo de la Sal y de la laguna que hay junto a este. La visita es gratuita, pero el recinto y el mueseo están cerrados fuera del horario de visitas.

Las fotos en blanco y negro (ó parte de ellas), así como los paneles, están tomadas de la exposición permanente que hay en el Museo de la Sal sobre su proceso de explotación.

Merece la pena la visita. Nosotros volveremos.

Saludos.

Anónimo dijo...

Paskki eres incansable. Nos muestras cosas que tenemos a la vuelta de la esquina y no nos damos ni cuenta de que existen y lo maravillosas que son. Sigue enseñandonos todas estas bellezas y curiosidades. Saludos Enrique Aigües.

Pascual Rosser Limiñana dijo...

Hola, Enrique. Efectivamente, nuestra provincia de Alicante está llena de bellos lugares donde disfrutar al aire libre en contacto con la naturaleza. España entera. Rincones maravillosos que nos llenan y nos acompañarán siempre.

Un abrazo.

Pascual Rosser Limiñana dijo...

Para llegar al Museo de la Sal, junto a las Salinas de Santa Pola, tienes que ir por la carretera Nacional 332. Desde Alicante, al llegar a Santa Pola, no tienes que entrar por la primera entrada a esta localidad, sino continuar por la carretera general en dirección Torrevieja ó Cartagena. Recorriendo parte de las Salinas hay que tomar la salida de Playa Lisa, recorrer unos metros y hacer cambio de sentido. Volver a la carretera general. Dejamos a mano derecha el Parque de Atracciones Pola Park. Poco después hay una entrada a Santa Pola y una indicación del Museo de la Sal (como referencia, poco después hay una gasolinera y un cambio de sentido en dirección a Elche ó a Santa Pola). No hay pérdida. Que lo disfrutes. Saludos.

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