Los grandes acontecimientos de la vida son reproducidos por el arte. También las estaciones. Como la primavera, que hoy estrena su primer día. Con una mañana y una tarde soleados, luminosos.
La música, con Vidaldi. La pintura, con Botticelli, con Eusebio Sempere. La escultura, con Rodin. La poesía, con Octavio Paz, Neruda, García Lorca, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez. Y tantos otros.
La música, con Vidaldi. La pintura, con Botticelli, con Eusebio Sempere. La escultura, con Rodin. La poesía, con Octavio Paz, Neruda, García Lorca, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez. Y tantos otros.
La Primavera, de Bottichelli
Prinavera, de Eusebio Sempere
La Primavera, de Rodín
Todo ha florecido en
La Primavera Besaba, de Antonio Machado
Hoy primavera y poesía se juntan. Porque hoy es el Día Mundial de la Poesía y hoy iniciamos la Primavera.
Quiero que este post te acompañe, amigo lector, con algunas de esas obras de arte. Con la Primavera como protagonista. Imaginemos con estas líneas, con estos trazos, sus colores y sus sonidos de los campos, de las ciudades, de la tierra, del mar y de sus gentes, testigos de estas representaciones artísticas.
Quiero que este post te acompañe, amigo lector, con algunas de esas obras de arte. Con la Primavera como protagonista. Imaginemos con estas líneas, con estos trazos, sus colores y sus sonidos de los campos, de las ciudades, de la tierra, del mar y de sus gentes, testigos de estas representaciones artísticas.
Primavera a la Vista, de Octavio Paz
Pulida claridad de piedra diáfana,
lisa frente de estatua sin memoria:
cielo de invierno, espacio reflejado
en otro más profundo y más vacío.
El mar respira apenas, brilla apenas.
Se ha parado la luz entre los árboles,
ejército dormido. Los despierta
el viento con banderas de follajes.
Nace del mar, asalta la colina,
oleaje sin cuerpo que revienta
contra los eucaliptos amarillos
y se derrama en ecos por el llano.
El día abre los ojos y penetra
en una primavera anticipada.
Todo lo que mis manos tocan, vuela.
Está lleno de pájaros el mundo.
Poema con Quevedo en Primavera, de Pablo Neruda
Todo ha florecido en
estos campos, manzanos,
azules titubeantes, malezas amarillas,
y entre la hierba verde viven las amapolas.
El cielo inextinguible, el aire nuevo
de cada día, el tácito fulgor,
regalo de una extensa primavera.
Sólo no hay primavera en mi recinto.
Enfermedades, besos desquiciados,
como yedras de iglesia se pegaron
a las ventanas negras de mi vida
y el sólo amor no basta, ni el salvaje
y extenso aroma de la primavera.
Y para ti qué son en este ahora
la luz desenfrenada, el desarrollo
floral de la evidencia, el canto verde
de las verdes hojas, la presencia
del cielo con su copa de frescura?
Primavera exterior, no me atormentes,
desatando en mis brazos vino y nieve,
corola y ramo roto de pesares,
dame por hoy el sueño de las hojas
nocturnas, la noche en que se encuentran
los muertos, los metales, las raíces,
y tantas primaveras extinguidas
que despiertan en cada primavera.
Poema Idilio, de Federico García Lorca
Tú querías que yo te dijera
Tú querías que yo te dijera
el secreto de la primavera.
Y yo soy para el secreto
lo mismo que es el abeto.
Árbol cuyos mil deditos
señalan mil caminitos.
Nunca te diré, amor mío,
por qué corre lento el río.
Pero pondré en mi voz estancada
el cielo ceniza de tu mirada.
¡Dame vueltas, morenita!
Ten cuidado con mis hojitas.
Dame más vueltas alrededor,
jugando a la noria del amor.
¡Ay! No puedo decirte, aunque quisiera,
el secreto de la primavera.
La Primavera Besaba, de Antonio Machado
La primavera besaba
suavemente la arboleda,
y el verde nuevo brotaba
como una verde humareda.
Las nubes iban pasando
sobre el campo juvenil...
Yo vi en las hojas temblando
las frescas lluvias de abril.
Bajo ese almendro florido,
todo cargado de flor
—recordé—, yo he maldecido
mi juventud sin amor.
Hoy, en mitad de la vida,
me he parado a meditar...
¡Juventud nunca vivida,
quién te volviera a soñar!
Poema de Juan Ramón Jiménez
¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,
Mi corazón recojerá tu rosa,
Abril, sin tu asistencia clara, fuera
invierno de caídos esplendores;
mas aunque abril no te abra a ti sus flores,
tú siempre exaltarás la primavera.
Eres la primavera verdadera;
rosa de los caminos interiores,
brisa de los secretos corredores,
lumbre de la recóndita ladera.
¡Qué paz, cuando en la tarde misteriosa,
abrazados los dos, sea tu risa
el surtidor de nuestra sola fuente!
Mi corazón recojerá tu rosa,
sobre mis ojos se echará tu brisa,
tu luz se dormirá sobre mi frente…
2 comentarios:
Gracias por contarnos tantas cosas. Buena combinaci'on entre poetas. Sigo tu blog casi todos los d'ias. Te has convertido en mis pensamientos, en mis proyectos para el fin de semana. Sigue contando tus sensaciones, que pueden ser tambi'en las m'ias. Atte.
Fantástica selección de poemas y poetas para celebrar este día y los 364 días restantes del año.
Besadetes
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