Las fiestas de moros y cristianos en Alcoy se celebran en abril en honor a San Jorge. Tienen su origen en una batalla realizada el 23 de abril de 1276 en las puertas de la ciudad, en tiempos del rey Jaime I. Enfrentó a los vecinos de Alcoy con las tropas del caudillo musulmán Al-Azraq. La historia cuenta sus múltiples incursiones por las tierras del norte de la actual provincia de Alicante y sur de la provincia de Valencia. También se cuenta que tenía una mirada penetrante, soberbia, inquietante. Y que llamaba la atención por sus impresionantes ojos azules, por lo que se le puso el mote de el azul.
Cuenta la tradición que en el momento decisivo de la batalla, en que la victoria podía decantarse en un bando ó en otro por el equilibrio de fuerzas, apareció San Jorge a lomos de un caballo sobre las murallas de la ciudad. Su aparición fue decisiva para que la batalla se inclinase a favor de los cristianos.
tabla de San Jorge, del mallorquín Pere Niçard
El cronista Carbonell en su Célebre Centuria fue el primero en relatar estas fiestas allá por el año 1672. En ella habla de las fiestas en honor a San Jorge con la expulsión de los musulmanes. Menciona a dos Compañías, la Moros-Christianos y la Católicos-Christianos, origen de las ventiocho Filaes que hay en la actualidad: en el Bando Moro: Llana, Judíos, Domingo Miques, Chanos, Verdes, Magenta, Cordón, Ligeros, Mudéjares, Abencerrajes, Marrakesch, Realistas, Berberiscos y Benimerines; en el Bando Cristiano: Andaluces, Asturianos, Cides, Labradores, Guzmanes, Vascos, Mozárabes, Almogávares, Navarros, Tomasinas, Muntanyesos, Cruzados, Alcodianos y Aragoneses. Unas cinco mil personas representan esta gesta medieval.
La estructura actual de esta fiesta, muy similar a la del s. XIX, está directamente relacionada con el proceso de industrialización de la ciudad y su carácter asociacionista que se traduce en las diferentes Filaes.
Estas fiestas se celebran los días 22 a 24 de abril, salvo que coincidan con la semana santa, que se cambian las fechas de los días clave. El día 22 es un gran día con las Entradas. Por la mañana, los cristianos. Por la tarde, los moros. Explosión de color e imaginación en los boatos de los Capitanes y los del Alférez, y en los trajes de las Filaes. El día 23 es el dedicado a San Jorge, con actos de carácter religioso. El 24, el alardo. La batalla. Ruido y olor a pólvora. Tiros de arcabucería todo el día. Se consumen unos cinco mil kilogramos de pólvora. Por la mañana, los moros. Por la tarde, los cristianos. Es el día de las Embajadas cuyo libreto tiene más de siglo y medio de existencia. Termina la batalla con la aparición de San Jorge (San Jordiet) en las almenas del castillo, encarnado por un niño, elegido cada año por sorteo. Desde 1276 ganan siempre los cristianos. El pueblo les aclama. Llega la paz. Terminan las fiestas. Y el júbilo del pueblo se ve reflejado en la primavera. Verdes y floridos prados en el campo y en el corazón de los alcoyanos.
Hace algunos años tuve la suerte y el privilegio de ver este acontecimiento histórico-festivo, sentado en primera fila de una calle principal de Alcoy gracias a la invitación de mi amigo Ricardo Atienza, quien participa activamente en una de las Filaes, Quiso que disfrutáramos con la Entrada, un día inolvidable. Y así fue. Los niños, Carlos y Myriam, lo pasaron estupendamente. Los adultos, Paqui y Paskki, también.
2 comentarios:
Felicidades por el reportaje. No conozco estas fiestas y es posible que vaya este año. Me has despertado la curiosidad. Y no es la primera vez. Ya me has organizado la vida en otras ocasiones sin saberlo. He hecho con mi familia algunas de las excursiones que has publicado en este blog.
Saludos. Raúl.
Hola...me alegro que te hayan gustado nuestras fiestas. Si tu amigo ya no te invita..que sepas q tres alcoyanas te invitan.
Sigue disfrutando de Alcoy.
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