mientras las olas salpican con su espuma nuestra imaginación

 

Mientras los niños juegan en la playa. Mientras los últimos turistas parten con sus embarcaciones rumbo a sus puertos de origen. Desde la isla de Tabarca en la provincia de Alicante. Mientras la luz del sol va declinando para dejar paso al atardecer. Mientras la luna busca su protagonismo en el cielo. Mientras el mar se relaja después de un día de fuerte levante. Mientras las olas salpican con su espuma nuestra imaginación. Cuando nuestras palabras se han ido apagando poco a poco después de una larga tertulia donde la voz ha pasado a susurro, el susurro ha enmudecido en silencio. El Capitán Antón y yo nos relajamos en el porche de la casa que nos ha dado cobijo. Con dos tónicas bien frías. Con un buen libro entre las manos. Poesías de Rafael Alberti, donde el mar es el artista invitado, uno. Capitanes Intrépidos, de Rudyard Kipling, el otro. Entre las horas de lectura, mi mirada se distrae por encima de los renglones de tinta para sustituirlos por las ondulaciones de las olas. Un yate en la bahía y muchas aventuras sobre su cubierta pendientes de encontrar su dueño.