Segóbriga

 

Nadie podía imaginarse que debajo de una montaña podría encontrarse semejante tesoro. En el Cerro de Cabeza de Griego. Un extraordinario patrimonio histórico para los castellanos de Castilla La Mancha. Para los españoles, para toda la humanidad.

Debido al descubrimiento de minas de lapis specularis, yeso cristalizado, se asentaron por estas tierras. La minería, la ganadería y la agricultura fueron las actividades que hicieron florecer esta ciudad romana, cerca del río Gigüela. ¡Segóbriga!. Ciudad impulsada por el emperador Augusto alrededor del año 12 a. C., con categoría de municipium, gobernada por ciudadanos romanos. Tuvo gran importancia, con diversos edificios importantes: un teatro, un anfiteatro, termas públicas, mercados, templos, una basílica, … Plinio el Viejo, escritor, científico, naturalista y militar del Imperio Romano, nos lo relata en el apartado 27 de su Naturalis Historiae.

De vuelta de Madrid (en el mes de julio), donde dejamos a mi hija Myriam en un campamento de verano, mi mujer, mi hijo Carlos y yo (Paskki) nos encontramos en el camino con este yacimiento arqueológico. Después de dejar la autovía, tomamos la carretera de Carrascosa del Campo. Entre campos planos de cultivos de cereales. Por estas tierras, inspiración de escritores, pintores, escultores y poetas.

En medio del campo, el Yacimiento Arqueológico. Declarado Parque Arqueológico de la Comunidad Autónoma de Castilla La Mancha en 1995. Nos da la bienvenida el Centro de Interpretación. Un edificio construido como una casa romana. Con una exposición permanente, con interesantes piezas de las excavaciones: bustos, cerámicas, esculturas, …, y un aula de audiovisuales. En sus alrededores, un pequeño jardín donde dominan los cipreses. Y un sendero que se arrastra por el suelo, entre el campo yermo y seco, para alcanzar los primeros vestigios romanos.

Cuando nos acercamos al teatro y al anfiteatro le explicamos a Carlos lo que vamos a ver. Un lugar de culto a la interpretación, al mimo, a la creatividad. Otro lugar, para la competición, para el espectáculo de fieras y gladiadores.

El teatro, cuyas gradas están apoyadas sobre la pendiente de la colina, se inauguró en tiempos de Tito y Vespasiano hacia el 79 d. C. En la parte inferior está la orchestra para los asientos de las autoridades. Frente a esta, el proscaenium ó escenario, que era de madera, sostenido sobre pilares y piedra. Su fachada estaba decorada con columnas esculpidas y pintadas, con acceso a la orchestra. Tras el escenario, tenía una fachada monumental con columnas y esculturas de las musas del teatro, junto con togados y personajes de la familia imperial, presididas por la Diosa Roma. Detrás de la escena, un corredor donde se cambiaban los actores.

El anfiteatro era el edificio más grande de la ciudad, con capacidad para 5.500.- espectadores. Tiene una forma elíptica irregular, con 75 metros de largo. La arena medía 40x34 m, rodeada por las gradas, con dos puertas de acceso y salida del anfiteatro. Aquí, la destreza, la rapidez y la valentía eran las principales armas de los gladiadores para sobrevivir en las luchas contra las fieras, generalmente felinos, ó contra otros gladiadores. Imaginándonos estas escenas en silencio mi hijo, de cinco años, tiró de mi polo. “Papá, ¿dónde están los romanos, y los leones. Dónde están los gladiadores?”. “En tu imaginación”, le contesté. No creo que se quedase muy conforme por la mueca que se dibujó en su cara. Se sentó en la grada, callado. Pasados unos minutos, rompió a aplaudir. Nos quedamos mirándole. “¿No habéis visto con qué rapidez el gladiador ha dominado a la pantera y la ha enredado en la red?”, nos dijo. Su cara de travieso era un poema. Rompimos a reír. Esta vez nosotros fuimos los sorprendidos.

Al terminar el recorrido por estas ruinas, nos refugiamos a la sombra de un merendero junto a un pequeño kiosko que vende bebidas. Recuperamos fuerzas y nos hidratamos con agua, fantas y coca-cola. Es verano y el calor es sofocante. Aún así, ha merecido la visita.

Para más información, visita las siguientes páginas:

http://www.patrimoniohistoricoclm.es/

http://www.patrimoniohistoricoclm.es/parque-arqueologico-de-segobriga/

http://www.segobrigavirtual.es/

dirección:

Parque Arqueológico de Segóbriga, Ctra. Carrascosa de Campo a Villamayor de Santiago, s/n, 16340 - Saelices (Cuenca).