La naturaleza ha servido de fuente de inspiración para pintores, escritores, músicos, escultores, … Sus colores, sus criaturas, su belleza. Las montañas redondeadas de una montaña, los senos de una mujer. El rojo de los amaneceres y las puestas de sol, el azul del cielo, el verde que corre en los ríos. El blanco, el malva y el amarillo de las flores. Los ojosillos soñolientos de un felino, la mirada desconfiada de un venado, los vuelos rápidos de un ave. Los susurros del viento. El manto blanco de la nieve. Y tantas cosas que colorea nuestra imaginación con los mensajes que ella nos transmite.
Esta imagen bien podría ser una escultura mural. Imitando el color de la arena ó de la tierra. Y la inspiración de su autor. Podría ser esto, sí. Pero es más sencillo. Y por eso no deja de ser misterioso y bello. Son las huellas de unas aves que caminan en compañía por la arena húmeda en la orilla de una playa. Son las huellas de unas gaviotas.
Esta imagen bien podría ser una escultura mural. Imitando el color de la arena ó de la tierra. Y la inspiración de su autor. Podría ser esto, sí. Pero es más sencillo. Y por eso no deja de ser misterioso y bello. Son las huellas de unas aves que caminan en compañía por la arena húmeda en la orilla de una playa. Son las huellas de unas gaviotas.
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