Se esperaba el discurso del Jefe del Estado, el rey Felipe VI, por la
actual crisis producida por el coronavirus. Las redes sociales, una vez más,
clamaban por escuchar sus palabras. Desde la derecha, incluso desde los
antisistemas de la izquierda. Y esas palabras llegaron en su momento adecuado,
después que el Gobierno impusiera el estado de alarma y anunciara al pueblo
español las medidas sociales y económicas a aplicar mientras se combate y se ponen las bases para vencer a este virus. Son poderes distintos el del Gobierno y el del Jefe del
Estado en nuestro ordenamiento jurídico constitucional.
La Jefatura del Estado, el rey, no tiene por costumbre dirigirse
directamente a la Nación a través de los medios de comunicación, especialmente
a través de la televisión. Lo hace sólo en circunstancias especiales, además de
los discursos de Navidad. Lo hizo cuando el golpe de Estado en Cataluña por los
independentistas, lo hace ahora por la grave crisis - en todos los órdenes -
que ha provocado el coronavirus. Y lo realizó después de la reunión con Pedro
Sánchez, Presidente del Gobierno, y del Comité Técnico de Gestión del
Coronavirus, en el Palacio de la Zarzuela.
Nos enfrentamos, dijo el rey, a una crisis nueva y sin precedentes “que pone en riesgo nuestra salud en
cada rincón de España”, en la que “altera y condiciona nuestras costumbres, y
el desarrollo normal de nuestras vidas, el empleo y nuestras empresas; en
definitiva, nuestro bienestar”, que combaten - manifestó - todas las
instituciones públicas del Estado”. Añadió que es una crisis que “vamos a vencer y a superar”.
Mencionó que hay momentos en la historia de los pueblos que se ponen a
prueba los valores de nuestra sociedad y la capacidad del Estado, y está convencido
que todos vamos - una vez más - a dar
ejemplo de sentido de la responsabilidad, sentido del deber, civismo, humanidad
de entrega, esfuerzo y solidaridad para que nadie se sienta sólo ó
desamparado.
Manifestó un mensaje de unidad para vencer entre todos esta crisis
provocada por el coronavirus. “Debemos
hacerlo juntos, entre todos, con sinceridad y confianza, pero también con
decisión y energía”. Apeló a atender las indicaciones de las autoridades y
las recomendaciones de los expertos. “Es lo que debemos hacer por el bien de
todos”.
Dio las gracias a todas las
personas, entidades y servicios públicos que están combatiendo esta situación,
y en especial al personal sanitario. “Nunca
os podremos agradecer bastante lo que estáis haciendo por vuestro país”.
Manifestó que “España es un gran
país, un gran pueblo que no se rinde ante las dificultades” y añadió que “hemos pasado por situaciones muy difíciles,
muy graves, pero como las anteriores, esta también la superaremos”.
Con la convicción de ganar esta batalla, indicó que “este virus no nos vencerá”, en cambio -
dijo - nos va a hacer más fuertes como sociedad, una sociedad más comprometida,
más solidaria, más unida. Una sociedad en pie contra cualquier adversidad”.
El rey manifestó un mensaje de
cariño y de afecto de su familia y de él a todas las familias españolas,
especialmente las que lo están pasando mal por tener fallecidos ó contagiados
entre sus miembros.
Fue un discurso cercano, de pie, detrás de un atril, acompañando sus
palabras con los gestos de sus manos que reafirmaban su mensaje.
La finalidad de este discurso era motivar la esperanza en la victoria
final de todo el pueblo español contra el coronavirus, cada uno desde su puesto
de responsabilidad y todos confinados para evitar la propagación. Y es lo que manifestó.
El discurso se hizo con unas cifras escalofriantes del avance de la
pandemia mundial del Covid-19 en España: 624 fallecidos y 14.00 contagiados.
Fue un discurso con un alto interés en la audiencia con una cuota de
pantalla del 70,30% y 15,6 millones de espectadores, según datos de Barlomento
Comunicación mencionados hoy en el periódico Público.
Casa Real/discurso completo
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