Las catástrofes naturales son impredecibles. Las climatológicas pueden
ser prevenidas pero nunca se sabe su efecto real hasta que se produce ese fenómeno de la naturaleza. Lo hemos comprobado en el sureste español hace unos
días. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) determinó alerta roja en
previsión de fuertes lluvias del miércoles 11 al sábado 14 de septiembre. Este
aviso salvó muchas vidas de niños que no fueron a la escuela por esta emergencia
porque llovió con muchísima más intensidad de la esperada. Esta lluvia torrencial
produjo un daño desbastador en bienes materiales en la zona de influencia de la
Dana, comúnmente llamada gota fría, con 7 víctimas humanas. La dana es una depresión
aislada en niveles altos, es un fenómeno meteorológico anual que suele
coincidir con el inicio del otoño y la primavera en el Mediterráneo occidental.
Nadie podía prever los litros caídos de lluvia en tan poco tiempo: en 48 horas
se recogieron 452,4 litros por metro cuadrado en Beniarrés (Alicante), 425,40
en Orihuela (Alicante), 339,20 en Onteniente, … En San Javier (Murcia) cayeron
144,30 litros en tan sólo dos horas, la mitad de lo que se recoge en un año.
España ha sufrido diversas catástrofes naturales en los últimos años
por lo que está preparada con recursos humanos y materiales para afrontar con
rapidez cualquier eventualidad. Por tener esta respuesta tan buena con la UME
(Unidad Militar de Emergencia), la Guardia Civil, Bomberos ó Protección Civil, infraestructuras
para evitar inundaciones y otras en fase de construcción, indemnizaciones a
través del Consorcio de Compensación de Seguros (si el damnificado tiene
contratada una póliza de seguro de daños), indemnizaciones del Estado si el
Gobierno declara Zona Catastrófica ó a través de las Compañías de Seguros si
los siniestros no son consorciables, ¿de qué servicio solidario se puede
encargar una organización que se dedique a ayudar a los demás de forma
altruista?.
Una de estas organizaciones es Rotary Internacional, la mayor
organización de voluntarios del mundo. Rotary es acción, por lo que actúa ante
cualquier catástrofe de forma inmediata a través del voluntariado de los socios
de sus clubes rotarios y/ó rotaractianos; y de forma más duradera a través de
las áreas de interés de su Fundación Rotaria. Por ejemplo, esta Fundación
estableció fondos especiales para recaudar donaciones destinadas a ayudar a las
víctimas de terremotos y huracanes en Puerto Rico (cuenta 614) y México (613), así como por el huracán Harvey
(608) ó los huracanes Irma y María (296). La Fundación Rotaria apoya las labores de ayuda y de
reconstrucción mediante subvenciones provenientes del Fondo de Respuestas ante
Catástrofes. Los
distritos rotarios que se han visto afectados por un desastre natural pueden
utilizar estas subvenciones para brindar ayuda ya sea mediante sus propios
proyectos o en colaboración con organizaciones de socorro - de reconocido
prestigio - con el fin de brindar ayuda a las comunidades afectadas. Estos
fondos se pueden utilizar para cubrir necesidades básicas como agua, alimentos,
medicamentos y prendas de vestir.
A su vez, los distritos pueden
trabajar estrechamente con grupos locales para asegurar que la financiación de
los proyectos satisfaga una necesidad específica de la comunidad. En las
lluvias torrenciales e inundaciones en Sant Llorenç (Mallorca) en octubre de 2018,
el Distrito 2203 de Rotary Internacional en España, siendo Jesús Martínez su
Gobernador, se recaudaron fondos con los que cubrieron las necesidades de 32
familias en riesgo de desamparo porque no podían ser beneficiarias de las
indemnizaciones del Estado español por diversas circunstancias. En la dana de
este mes de septiembre de 2019, el Distrito 2203 - con Arturo Alagón como
Gobernador - se ha movilizado para paliar necesidades concretas allí donde no
llega el Estado. Hoy, su Gabinete de Crisis ha tenido una reunión en Orihuela,
una de las poblaciones más afectadas por esta gota fría y por el desbordamiento
del río Segura, para organizar sus acciones de voluntariado. Rotarios de la
comarca de la Vega Baja se han “echado” a la calle desde los primeros momentos
de la catástrofe para ayudar en lo que fueran requeridos por las autoridades
locales y por los vecinos de su comunidad. A su vez, con la colaboración de los
otros distritos españoles de Rotary Internacional: el 2201 y 2202, y el
distrito 1960 de Portugal, se ha abierto la cuenta nº ES77 0049 0356 53 2310635868 en la Fundación
Humanitaria de Rotarios Españoles (FHRE), de nombre “Inundaciones de Levante”,
para paliar - en la medida de lo posible - necesidades concretas de
damnificados de la demarcación geográfica de Clubes Rotarios de la zona.
Una vez retiradas las aguas que
invadían calles y plazas por la lluvia y el desbordamiento del río Segura, y
que se habían colado en plantas bajas de muchos inmuebles, aún queda mucha agua
en los campos, barro en las calles y un olor a humedad y a podrido. Muchos
rotarios somos testigos de cómo damnificados del Saladar en Almoradí (Alicante), en Los Alcázares (Murcia), y en otros lugares, han ido sacando a la calle
su ropa, sus muebles y sus enseres que estuvieron bajo las aguas. Amontonados
como si fueran basura, manifiestan con lágrimas en los ojos que en estas
inundaciones han perdido para siempre los recuerdos de una vida, incluso
algunos dicen que lo han perdido todo. Sobrecoge su mirada de impotencia y de
rabia que se les quedará marcada en la cara por mucho tiempo. Ahora necesitan
el consuelo y el apoyo de hombres y mujeres de buena voluntad que quieran
ayudar a esas personas que no conocen de nada pero que lo necesitan todo de
ellos. Los españoles somos solidarios, seguro que encuentran ese consuelo.
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