Desde una de las ventanas de mi despacho que da al puerto de Alicante
veo parte del paseo de la Explanada y de la Marina Deportiva, con la suerte que
en la perspectiva de mi mirada puedo disfrutar de la vista de algunos yates.
Enfrascado en mis tareas laborales, un buen día soleado de junio, me
llamó la atención la bocina de un buque que entraba en el puerto de Alicante.
Era fuerte e insistente, como pidiendo paso ó avisando de su inminente
acercamiento al muelle. No pude evitar la curiosidad de mirar por la ventana y
no ví ese buque inquieto y sonoro, pero sí - en cambio - vi un velero precioso.
Con pabellón holandés, con una larga travesía anotada en su cuaderno de
bitácora, navegando desde las costas atlánticas del Norte y del Centro de
Europa, que son sus aguas habituales, ha arribado a la Marina Deportiva del
puerto de Alicante el bergantín de nombre Aphrodite.
Desde mi ventana veo un velero de dos mástiles, velas cuadras y noble
porte. Me enamoró desde el primer momento, fue como un flechazo, y cuando bajé
a la calle para hacer gestiones hice tiempo para acercarme y observarlo de más
cerca durante un tiempo corto que me pareció mucho. Imaginé las millas
navegadas, las olas y tormentas sorteadas con coraje, las aventuras vividas a
bordo para estar ahora aquí en este puerto. Me pregunté por las historias de
sus marinos y de sus marineros de a bordo que han traído con el viento a esta
costa. Y quise saber más de este velero.
El Aphrodite es un bergantín de dos mástiles construído en el año 1994
en Stavoran en los Países Bajos. Diseñado por J M De Vries, con diseño interior
por M. Bekebrede y A. Kingma. Afrodita es su nombre, la diosa griega del amor.
Llama la atención su casco blanco de acero y con superestructura de madera, con
una eslora de 38 metros, casi 7 metros de manga y 2 metros de calado. Tiene
aparejo de velas cuadras. Lo impulsan motores Iveco de 360 hp cada uno,
consiguiendo una velocidad máxima de 8 nudos y una velocidad de crucero de 7
nudos. Tiene capacidad para 24 personas y dispone de 8 cabinas dobles, con su
baños y ducha, para llevar a 16 tripulantes a bordo. Además, tiene capacidad
para 50 personas en cubierta. A veces este bergantín organiza travesías para
despertar a ese lobo de mar que algunos llevan dentro sin saberlo y lo
descubren en un día de navegación.
Este bergantín lleva muchas millas recorridas. Ha participado en
numerosas regatas de grandes veleros, los tall ship, en las costas de Francia,
Alemania, Reino Unido, Dinamarca, … Ha recorrido muchos mares y algunos ríos
como el Támesis. En alta mar tiene un perfil de gran porte cuando sus velas se
llenan de viento allende los mares.
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