Cuando iba a hacer esta crónica pensando en el 2019 acababa de terminar
de leer una biografía sobre Lorenzo de Medici, llamado el Magnífico porque lo
fue, entre otras cosas, como mecenas de grandes artistas como Botticelli o
Miguel Angel. Sin su apoyo muchas de las obras que pintaron o esculpieron, no
hubieran visto la luz por la intransigencia de algunos. Siempre los hay.
Sentado en un sillón orejero en mi salón de casa disfrutando de la
maravilla de algunas de las obras del Renacimiento italiano de esos artistas y
quizá con una sensación de euforia ante tanto arte, estaba convencido que el
2019 iba a ser apasionante. Claro que no había leído aún el discurso de fin de
año de Torra que presuntamente llama a la sublevación de los suyos contra el
Estado español. Vaya por Dios, que me amargó la tarde, bueno un poquito de la
tarde, que no hay que exagerar, los poderes del Estado lo pondrán en su sitio
si se desvía demasiado.
2019 está lleno de grandes efemérides y no pocos acontecimientos. Será
un año electoral con elecciones municipales, autonómicas y europeas. Menos de
las que muchos desearíamos: faltan unas
elecciones generales anticipadas que clarifiquen si es válido ó no el apoyo que
tiene el Gobierno de España del PSOE con los partidos nacionalistas e independentistas
sin los que no podría aprobar leyes en el Parlamento español porque hoy es
insuficiente la sola representación parlamentaria de los socialistas para ese
fin. Según una encuesta de NC Report para La Razón de principios de este mes de
enero, el 70 % reclaman unas elecciones generales.
Algunas efemérides propias y ajenas llenarán la agenda cultural de
España. Entre las propias, el 500 aniversario del inicio de la primera vuelta
al mundo circunnavegando la tierra por Magallanes y Elcano amparado y promovido
por el rey Carlos I de España y V de Alemania, que otro rey, Felipe VI, ha
puesto su empeño en celebrarlo por todo lo alto como se merece. Hay que
sentirse orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos. Otra efemérides
nuestra, el 200 aniversario del Museo del Prado inaugurado por el rey Fernando
VII, aconsejado por su esposa la reina María Isabel de Braganza, para compartir
con el pueblo las Colecciones Reales. Fue el inicio de lo que hoy es el Museo
del Prado, una de las pinacotecas más importantes del mundo. Y de las
efemérides ajenas, por citar una, el 500 aniversario del fallecimiento de
Leonardo Da Vinci que Madrid celebrará con varias exposiciones y conferencias
sobre su obra.
2019 será también el año del Brexit, la salida del Reino Unido de la
Comunidad Europea con o sin acuerdo y, quien sabe, si con un nuevo referendum
en el horizonte para volver a la Unión Europea cabizbajos y mirando para otro
lado como si la cosa no fuera con ellos. Los jóvenes de aquellas tierras ven
con recelo las muchas puertas que se les cierra en su futuro laboral por este
Brexit no deseado y quieren votar de nuevo. Con su salida de la CEE, Gibraltar
estará en el candelero. Europa no se puede permitir una colonia en su
territorio. ¿Veremos pronto un Gibraltar español?. Que así sea, si es. Pero por
favor, que Pedro Sánchez no sea el que negocie, no volvamos a hacer el
ridículo.
Con un año electoral las encuestan vuelan por doquier, hay cierta
inquietud con los resultados, a favor y en contra, con un ascenso de los
partidos de derechas y de centro en deprimento de la izquierda y los
antisistema de Podemos. En la nueva encuesta del CIS bajan PSOE y Podemos y
suben PP, Ciudadanos y VOX, con sorpresas en los partidos nacionalistas con la
casi desaparición del PDCat en el Parlamento español. No sorprende que el PSOE
baje en la intención de voto de la encuesta citada, aunque podría ser el
partido más votado. En política la ambiguedad se paga, devalúa el mensaje. En
otra encuesta, de las muchas que se publican estos días, ningún ministro
aprueba. Los mejor valorados son Duque y Borrel, aunque también por debajo del
cinco. Algo tendrá que hacer el PSOE y sus barones - que algunos ya empiezan a
inquietarse - si no quieren que el resultado de las Autonómicas en Andalucía se
contagie en el resto de España en las elecciones de primavera.
Y por no tener que ver con la política, me he dejado para el final el
comentario de otro cumpleaños, el quinto de Felipe VI como rey de España. En
junio. Nunca hubiera podido imaginar que sus primeros años de reinado iban a
ser como han sido, con un golpe de estado civil por un gobierno autonómico que
es la representación del Estado en esa Comunidad Autónoma: Cataluña. Claro que
gracias a esto, toda España conoce mejor al rey Felipe VI, cómo ha mostrado su
cara menos amable contra los golpistas que se han saltado la ley a su antojo y
cómo ha enseñado su cara más simpática a los constitucionalistas y al pueblo
español que apoyó su enérgico discurso y su llamada a la concordia el 3 de
octubre de 2017. Algunos de estos infortunios han mostrado a un rey más
cercano, en el que se puede confiar, que ha pasado de ser considerarlo por
muchos como tímido, a un rey que reina pero no gobierna, que modera y que se ha
convertido en el primer defensor de la Constitución española y de sus
valores.
Este artículo se ha publicado con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press.
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