sábado, 25 de agosto de 2018

Un Gastón Castelló en la ermita de Vistahermosa





Los parroquianos siempre lo han dicho, que detrás del altar mayor hay un cuadro de Gastón Castelló (1903-1986). Bien orgullosos que están de tener esa representación de la Asunción de la Virgen María pintado por uno de los pintores alicantinos más ilustres.

No hay más incrédulo que aquel que no quiere creer, ni más ciego que aquel que no quiere ver, decían algunos de los feligreses de toda la vida de esta ermita. Aquellos que viven cerca desde mediados del siglo pasado y que han tenido esta ermita de Vistahermosa en Alicante como su Parroquia.







Unos ángeles acompañan a los cielos a la Asunción de la Virgen María acariciando las nubes sobre las que la Virgen aparece sentada. Este hecho es llamado por los católicos “Asunción de la Buenaventurada Virgen María” cuya doctrina  fue definida como dogma de fe (verdad que no puede dudarse) por el Papa Pio XII el 1 de noviembre de 1950, aunque esta fiesta se celebraba a favor de la Virgen María desde los primeros siglos de la cristiandad. Es el 15 de agosto cuando se festeja en España y los católicos conmemoran su gloriosa subida a los cielos en cuerpo y alma. El Dr. Matthew Bunson manifiesta que “la Asunción nos ayuda a entender más plenamente no sólo la vida de la Virgen María sino que nos ayuda  a enfocar siempre nuestra mirada a la eternidad. Vemos en María la lógica de la Asunción como la culminación de su vida”.

Esta representación de Gastón Castelló es una de sus primeras obras en la que ya destaca su dominio del dibujo y de la luz, característica de su pintura, mosaicos, esculturas y murales. Se consolidó como un estilo propio en todas sus obras, junto a las figuras y decorativismo estilizados y los colores cálidos del mediterráneo: el azul del cielo alicantino; el verde del mar, el rojo de los atardeceres; el rojo bermellón de las casas de pescadores que se situaban cerca de la costa; el amarillo albero de las dunas y arenas de la playa; … 





La familia de un empresario alicantino encargó a Gastón Castelló en los años 40 una obra de temática religiosa para donarla a la ermita de Vistahermosa en Alicante. Este es un lienzo al óleo de 3x2 metros, que no está catalogado.





Tuvieron que venir de Consellería de Cultura en Valencia para que lo que era una leyenda, un rumor, incluso una afirmación de los feligreses más veteranos, certificara que - en efecto - esta obra era de Gastón Castelló. Firmada y fechada por el autor en 1944. In situ se dieron cuenta que necesitaba una restauración. Se encargó el Instituto Valenciano de Conservación y Restauración (IVC+R), con sede en Castellón, junto con las donaciones de los feligreses. Necesitaba la estabilización del soporte textil y la colocación de un soporte inerte para acoplarla a la obra - que no es rectangular - con la finalidad que no estuviera en contacto con la pared para evitar la humedad que pudiera dañarla. También necesitaba su limpieza y recuperar el cromatismo original. Los parroquianos recuerdan con orgullo lo que otros recordarían con preocupación, la instalación de unos andamios delante del cuadro, con la confirmación que es un Gastón Castelló, para su restauración después de vencer a tantos incrédulos previos que no dieron importancia y validez a esta obra que tenían delante.







Han pasado unos años de este reconocimiento y restauración y la obra sigue majestuosa presidiendo el interior de la ermita para orgullo y satisfacción de sus feligreses y de todos los que pueden admirar esta obra durante los servicios religiosos de esta parroquia.


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