Que la política es el arte de lo posible es tan cierto como que amanece
todos los días. Si no que nos lo cuenten en España. Algunos políticos se han
propuesto tomarnos el pelo a todos los españoles. Esto no es un juego, señores.
Un poco de seriedad.
En la última investidura fallida después de las elecciones generales
del 28 de abril no pudo pactarse un gobierno de coalición entre PSOE y UP
porque el primero quería gobernar en solitario. Tampoco nada ofreció Sánchez a
Ciudadanos - con quien sumaba 180 escaños - por la misma razón. Y volvimos a ir
a las urnas. El CIS de Tezanos daba al PSOE una intención de voto de una
horquilla de hasta 150 escaños. Exagerado, muy exagerado. Las urnas del 10 de
noviembre han demostrado lo lejos que estaba esa predicción de la realidad.
Al día siguiente de las elecciones del 10 de noviembre el panorama
político español ha cambiado mucho. El PSOE reducía 3 escaños para quedarse en
120. PP subía hasta 88 escaños, subiendo 22 escaños (aún está en litigio un
escaño, el 89, que se lo quitaría al PNV). La tercera fuerza política es Vox
que pasa de 24 a 52 escaños. UP baja 7 escaños para quedarse en 35. Ciudadanos
se descalabra y se queda con 10 de 57 escaños. El PNV se quedaría con 7,
subiendo uno, si no lo pierde aún a favor del PP, como he comentado antes. Y un
montón de partidos minoritarios como nunca antes había ocurrido. Mucho más
difícil todavía es la gobernabilidad de España.
En la noche electoral Pedro J Ramírez, Director de EL ESPAÑOL, entre
otros, insistieron en la idea de un pacto anti natura PSOE-PP al estilo de los
que hace Merkel en Alemania. Allí están más acostumbrados que en España a
Gobiernos de coalición, pero habrá que ir acostumbrándose con la fragmentación
actual de los partidos con representación parlamentaria. Con el resultado ya
escrutado Casado se ofreció a hablar con Sánchez, como vencedor de las
elecciones generales, para buscar una salida al bloqueo, aunque no dijo cómo
hacerlo.
Sin hablar previamente con todos los partidos políticos con
representación parlamentaria en el nuevo Parlamento español, Sánchez ha pactado
con Iglesias a 48 horas de las elecciones generales y han firmado hoy un
acuerdo programático de Gobierno en el Congreso de los Diputados, ante los
periodistas y miembros de los grupos parlamentarios de ambos partidos.
De tener que hacerlo, ¿no podían haberlo hecho antes?, ¿ ha sido
necesario repetir elecciones generales con un gasto aproximado de unos 140
millones de euros de las arcas del Estado?. Lo primero que me viene a la cabeza
es que no tienen verguenza.
Pero hay más. O Sánchez no decía la verdad en septiembre pasado ó no la
dice ahora. Pedro Sánchez llegó a afirmar que solo la posibilidad que UP
entrara en el Gobierno, le quitaba el sueño; no se fiaba de Iglesias; afirmando
también que las políticas del PSOE y de UP nunca podrían ir de la mano en
asuntos de Estado; que Iglesias propone para Cataluña el derecho a decidir que
no cabe en la Constitución; …. Parece una broma, pero no lo es. Los miedos de
Sánchez los trasladó a la opinión pública española y muchos le creímos y los
hicimos nuestros.
Iglesias tiene que estar encantado. Si hubiera tenido coherencia
política, hubiera dimitido el 11 de noviembre después de perder votos - una vez
más - en unas elecciones generales. Desde que se están repitiendo las
elecciones, no deja de restar votos y escaños en cada votación y el motivo es
por no apoyar gobiernos progresistas aunque sea desde la oposición y por
provocar tres investiduras fallidas negando el Gobierno del PSOE. Y ahora con
un Iglesias y UP debilitados en las urnas, Pedro Sánchez los mete en el
Gobierno y hace Vice Presidente a Iglesias, que es lo que venía buscando desde
hace tiempo, con varios ministros de UP. Nada menos. Aunque todo esto está
supeditado a que su propuesta venza en la próxima votación de investidura con
más apoyos después de la designación del Rey a Pedro Sánchez como candidato.
Lo dicho, la política es el arte de lo posible, aunque muchos miremos
asombrados el acontecer político de este país dónde sigue primando más el
interés particular al general.
Por la oposición, la primera en reaccionar ha sido Arrimadas, de Cs,
oponiéndose y manifestando que apoyarían un Gobierno PSOE-PP aunque ellos no
tengan ministerios. Olé, de entrada es una lección de humildad. Sr. Iglesias,
aprenda, que no todo es el sillón ministerial. Por su parte, Casado se ha
mostrado molesto por enterarse por la prensa y por no haber tenido ningún
contacto con Sánchez desde el día de las elecciones generales, prefiriendo
Sánchez un Gobierno radical con UP antes que hablar con el líder de la derecha.
Y las empresas del IBEX de la Bolsa se han puesto en rojo nada más
conocerse la noticia. Ha sido su primera reacción, ya veremos mañana. Se
vislumbran nubarrones en el horizonte, amigos. Abríguense que viene una
borrasca política de consecuencias desconocidas hasta ahora en España.
Este artículo ha sido publicado con anterioridad en mi columna de opinión de la revista digital The Journalist el 12 de noviembre de 2019.
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