Desde allá donde se vea destaca como ella sola, pero no es nada sin la otra. Aunque tan sólo mida algo menos de cuatro metros, corona esta torre tan hermosa que, con ella, miden 101 metros de altura. La Giraldilla ó el Giraldillo. Dicen los sevillanos que la llaman de una manera ó de la otra según la hora y las altas temperaturas del día … Si el buen humor tuviese que buscar casa, seguro que la encontraría en Andalucía.
Orgullosa y bella se levanta la Giralda. Así se llama la torre campanario de la Catedral de Sevilla. Parte de ella antes fue musulmana. Los dos tercios inferiores de esta torre fueron el alminar de la antigua mezquita de la ciudad (s.XII), de época almohade. El tercio superior es un añadido en época cristiana. Se hizo para ser ocupado por las campanas. También para rascar el cielo con su fábrica, para estar más cerca de Dios, para ser bien visible desde cualquier punto de la ciudad. La Giralda fue declarada Patrimonio Nacional en 1928 y Patrimonio de la Humanidad en 1987.
Al final de la torre, hay una bola (llamada tinaja) que es la base del Giraldillo. Escultura fundida en bronce realizada por Bartolomé Morell entre 1966 y 1968. Representa una mujer con túnica, con una palma en una mano y un escudo en la otra, quizá inspirada en Palas ó en Minerva. Y de serlo, se cristianizó el modelo de una imagen pagana. Como tantas tras cosas antes y después.
Esta escultura bien puede ser una veleta cuando se deja mover por el viento, venga este de donde venga. Por esto, se le llamó Giraldilla, hoy llamado Giraldillo cuando a esta torre campanario se le empezó a llamar La Giralda. Es una de las esculturas de bronce más importantes del Renacimiento. Representa la Fe, el triunfo del cristianismo sobre el mundo musulmán.
Y no por mirar hacia arriba uno se marea ó se cansa si lo que hay que ver merece tanto la pena como en este caso. Pero su observación bien merece un premio. Refugiarte en unas de las muchas tabernas de las callejuelas que vienen ó van de la Catedral al Barrio de Santa Cruz y la antigua judería. La bodega de Santa Cruz ó la bodeguita La Parrihuela ó tantas otras de las que abundan por estas callecitas. Con vigas de madera en el techo, con arcos de medio punto, con paredes pintadas con el amarillo albero de la arena de La Maestranza de Sevilla extraída de las canteras de Alcalá de Guadaria. Esas calles estrechas están llenas de rincones de gran encanto por donde corre el vino y huele a pescaíto frito. Y por donde la imaginación, el chiste, las bromas y las historietas no tienen dueño.
Para más información de Sevilla, visita: http://www.sevilla.org/
De la Catedral de Sevilla: http://www.catedraldesevilla.es/
Del Barrio de Santa Cruz: http://fotografias-sevilla.com/barrio-santa-cruz.php
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