jueves, 28 de enero de 2010

el Parque Güell, de Gaudí

 

Entre columnas. Altas, robustas, aguantando un techo que nos da sombra. Que nos protege de los rayos del sol, de la fuerza del viento, de las gotas de lluvia. Techo que también sirve de suelo para un balcón que lo corona con un banco corrido con una decoración cerámica donde dominan los colores azul, verde y amarillo (fe, esperanza y caridad, para Gaudí). Por aquí llaman a este espacio la Sala Hipóstila ó Sala de las Cien Columnas. Un bosque de ellas por donde algunos niños corretean, juegan al escondite y hacen rabiar a sus mayores que van tras ellos. Un lugar de admiración para sus visitantes como nosotros. Un refugio de recitadores de poesías de autores desconocidos, de músicos que hacen reír sus instrumentos tocando melodías de ayer y de hoy. En este Parque, llamado Güell, podemos encontrarnos verdaderas sorpresas arquitectónicas y escultóricas. También personas que admiramos este arte de Gaudí. Disfrutamos con su interpretación de las culturas antiguas, de la naturaleza, de la vida.

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Sala de las Cien Columnas

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plaza central y balcón corrido, de colores

Un músico con su violín. Las notas de una partitura de Corelli, compositor italiano del Barroco, inundan este templo que pretendió ser un mercado y que se ha convertido en un lugar de encuentro. La música lo acaricia todo. Me dejo cautivar por su dulzura, apoyado en una columna entre las otras ochenta y cinco. Me escurro hasta sentarme en el suelo. La acústica es perfecta, tanto que el piar de unos pájaros se integran de tal modo en la música que la enriquecen. Cuando el músico deja de tocar el silencio es tal que llega a asombrar. Y me quedo pensativo disfrutando, también, de esta tranquilidad en esta ciudad de Barcelona que tan bien me ha acogido siempre. Me siento a gusto, como en casa.

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“ La primera vez que toqué en este Parque fue porque me apetecía, porque me salía del alma, porque lo necesitaba. Las columnas me recordaban a aquellos alumnos que dejé en Eslovaquia para venirme a España buscando un mejor porvenir. Aquellos que soñaban ser grandes interpretes, compositores ó maestros. Aquellos que pensaban que influirían con su música a las generaciones venideras. Porque a esa edad infantil la imaginación no tiene límites y hay que fomentarla para motivarles en el aprendizaje de un difícil instrumento como es el violín. Allí era un profesor respetado, formaba parte de una orquesta sinfónica, … Aquí doy clases particulares a niños y niñas ricas. No era aquello pero no me puedo quejar. La primera vez que una persona me echó aquí unas monedas en la funda del violín me sentó fatal. No mendigaba. Tocaba porque disfruto haciéndolo. Mi arte vale mucho más que unos simples euros. Pero ya ves, ahí ves el plato, esperando la mano caritativa que lo llene. ¿Por qué no?. Este Parque me inspira, me hace bien. Mi imaginación y mis conocimientos dejan escapar la música que mis manos consiguen, acariciando las cuerdas de mi violín”. Así se expresa Serghei, junto a estas columnas. Y como él hay muchos hoy en esta España que los acogió con los brazos abiertos y les dio trabajo. Ahora que la economía está difícil  más lo está para los desplazados de su tierra como él, lejos de sus costumbres y sus tradiciones, lejos del bienestar que vinieron a buscar.

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DSC01236 detalle del un medallón del techo

El Parque Güell (Park Güell en su denominación original) es un gran extensión donde árboles y palmeras de piedra, balcones de colores, columnas, largas escalinatas, medallones, animales estáticos, fueron esculpidos por la genialidad de un hombre solitario, humilde y enamorado de su profesión. Antoni Gaudí, arquitecto, el mejor representante del Modernismo catalán.

GAUDÍ  Antoni Gaudí

Parque situado en la parte alta de la ciudad de Barcelona (España), en la vertiente que mira al mar de la montaña del Carmel, cerca del Tibidabo. Se proyectó para una urbanización por Gaudí, al estilo de las ciudades-jardín inglesas, por encargo del empresario Eusebi Güell, nombrado Conde por el rey Alfonso XIII. Güell se inspiró para este proyecto en el Jardín de la Fontaine de Nimes, donde vivió cuando era joven. Se construyó entre 1900 y 1914. Cambiando su uso, se inauguró como parque público en 1922, pasando a propiedad municipal. En 1984 la Unesco lo declaró Patrimonio de la Humanidad “Obras de Antoni Gaudí”.

DSC01245 entrada principal

Gaudí puso la entrada del Parque en la parte más baja de la montaña (la calle Olot), la parte más cercana al casco urbano. Una puerta de hierro forjado, representando hojas de palmito, es su puerta principal porque hay otros seis accesos: dos laterales en cada extremo de la calle Olot, donde está la entrada principal, dos en la Avenida del Coll del Portell y otra en las Carretera del Carmel.

DSC01247 puerta de hierro forjado

Junto a la verja de entrada y una muralla que envuelve el Parque, dos pabellones del más puro estilo gaudiniano, destacando sus bóvedas en forma de paraboloide hiperbólico, cubiertas con cerámicas de vivos colores.

DSC01233 pabellón de la entrada principal

Desde la entrada nace una escalinata que lleva a una plaza central. Una escultura de salamandra, emblema del Parque y de Barcelona. La escalinata tiene tres tramos de once escalones y uno de doce. En el centro hay tres fuentes con esculturas que representan los países catalanes: los del norte, francesa; los del sur, española. En la primera fuente Gaudí puso un círculo simbolizando al mundo y un compás como símbolo del arquitecto. La segunda fuente tiene el escudo de Cataluña y una serpiente en alusión a la medicina, rodeados de flores de eucalipto. En la tercera fuente, un dragón ó salamandra representa a la ciudad de Nimes, ciudad donde se crió Güell. En el último tramo de la escalinata hay un banco en forma de odeón que le da el sol en invierno y la sombra en verano.

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escudo de Cataluña y serpiente

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dragón ó salamandra, símbolo hoy de la Barcelona Modernista

El Parque Güell pertenece a la época naturalista, años en los que Gaudí perfecciona su estilo inspirándose en la naturaleza (primera década del s. XX). Abundan los símbolos con una interpretación política nacionalista y religiosa, pero sobre todo con un carácter místico en relación con el gusto de aquella época por los enigmas y acertijos.

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viaducto del Parque

webs de interés relacionadas con este artículo:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/c/corelli.htm

http://europa.eu/abc/european_countries/eu_members/slovakia/index_es.htm

http://www.ctv.es/USERS/ags/GAUDI-parque.htm

4 comentarios:

Anónimo dijo...

PASKKI, ME TENIAS PREOCUPADO AL NO CONTARNOS NADA EN LA ULTIMA SEMANA. TU REENCUENTRO CON ESTE ARTICULO ES EXTRAORDINARIO. GRACIAS POR COMPARTIR TUS EXPERIENCIAS. BELLAS FOTOS Y BUEN REPORTAJE ESCRITO DE ESTE PARQUE MARAVILLOSO. SALUDOS.

Anónimo dijo...

Me ha encantado el artículo, Paskki. Un saludo, desde Elche.

Anónimo dijo...

Y en la Serra Grossa no podría hacerse algo un poco parecido al Parque Guell?

Pascual Rosser Limiñana dijo...

Para hacer algo parecido al Parque Guell hay que tener buen gusto, mucha imaginación y un buen presupuesto pero esto no abunda por estas tierras en las personas con poder de decisión.

Saludos a los tres.

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