mis Reyes Magos de 1964

 

El 1 de enero de 1964 España amaneció con el I Plan de Desarrollo. Es la España en la que se vive en una Dictadura dirigida con mano de hierro por el General Franco. El Generalísimo, como se hacía llamar, estaba en todas partes: en las portadas de los periódicos y revistas, en la televisión, en el NODO, en los cines, en grandes fotografías en las vías públicas, ... Una exaltación permanente de su personalidad y de su poder.

Después de unos duros años de post-guerra, con persecuciones, con detenciones del adversario político, con penurias económicas, se cambia la manera de gobernar. A partir del 10 de julio de 1962, con una remodelación gubernamental entran en las responsabilidades económicas los tecnócratas, vinculados al Opus Dei, como Ullastres y Navarro Rubio. Triunfaron las tesis liberalizadoras, siendo López Rodó uno de sus mayores partícipes desde que le nombraron Comisario del Plan de Desarrollo el 16 de febrero de 1962.

Este primer Plan de Desarrollo (1964-1967) persiguió liberalizar el mercado de las trabas que el proteccionismo nacional sindicalista ponía a la economía de mercado con el control de los precios, las licencias de importación y el paro encubierto. El resultado fue que el ritmo de crecimiento del Producto Interior Bruto superó todas las previsiones. El crecimiento de la producción en este 1964 ofrece a los españoles una amplia gama de bienes de consumo. Es la época en que entran en los hogares nuevos electrodomésticos, destacando el televisor entre ellos. En esta España incluso se van cambiando los hábitos gastronómicos. “Antes garbanzos, ahora pollo, piña y tarta helada”, narra la Gaceta ilustrada (28.03.1964). Es la España que ve cómo sus carreteras se inundan del automóvil Seat Seiscientos.

Con esta apertura económica hay otra turística. Millones de alemanes, ingleses, franceses, italianos ó de los países nórdicos, inundan nuestras playas. Y con ellos traen nuevas maneras de vivir la vida, nuevas influencias culturales, incluso nuevas modas e indumentarias como el bikini, prenda de baño que creó muchos rechazos por un sector de la población española muy conservadora y contraria a todo lo que venía del exterior.

Pero también es la España de los llamados 25 años de Paz, aunque no para todos. No para los que perdieron la guerra. Tampoco para los presos políticos que lo eran por pensar de forma diferente al poder constituido. Ni para los exiliados que vivían fuera de España y no podían volver para evitar represalias.

Es la España que necesita vender sus logros al mundo y lo hace a través de la Exposición Universal de Nueva York que celebra su tercer Centenario como ciudad, siendo el Pabellón Español uno de los más visitados. España se presenta como una nación con un importante pasado en la cultura, en el arte, … Con un mensaje de un futuro prometedor para los españoles.

 

Es la España que aún está digiriendo el Concilio Vaticano II iniciado por el Papa Juan XXIII, con una Iglesia española confundida por su doctrina, por algunos de sus principales principios como el de el respecto de los derechos humanos. Este estaba muy lejos de cumplirse en España, con una Iglesia que respalda al régimen franquista y que, con sus miembros, forma parte de muchas de sus instituciones.

Es la España donde se publica Cuadernos para el Diálogo, punto de encuentro – dentro de una orientación cristiana – de concepciones filosóficas, religiosas y políticas distintas, dirigido por Joaquín Ruiz Giménez, siendo Pedro Altares Secretario de Redacción.

Es una España que necesita crear sus héroes y que el pueblo se identifique con ellos. Como los once que vencieron a la URSS en un partido de fútbol, consiguiendo la Copa de Europa. Los días previos a la final se llevó a los soviéticos al Museo del Prado, a tablaos flamencos y a bares de tapas. El día de la final, e 21 de junio, el estadio Santiago Bernabeu estuvo al completo de público. Franco en el palco, con miembros de su gobierno. La bandera roja, con la hoz y el martillo, de la URSS, junto a la española,  rojo y gualda, ondean en los mástiles del estadio. Pereda adelanta a los españoles. Jusainov empata. Y en el minuto 84 Marcelino marca el gol de la victoria. La plantilla española recibió 125.000.- ptas de entonces como prima por la victoria. También es la España del tenista Santana ó del torero El Cordobés.

Es la España donde suenan en las radios las canciones del Dúo Dinámico: “Quince años tiene mi amor” (1960), “Quisiera ser …” (1961), “Perdóname” (1962), “Lo nuestro terminó” (1963), …; “Llevan”, con quien Raphael ganó el Festival de Benidorm en 1962; Serrat, quien empieza a hacerse notar con la nova cançó, … ; de Marisol, Lola Flores, Carmen Sevilla.

En Alicante la sociedad se va transformando como en el resto del Estado. Con sus miserias y sus alegrías, con muchas iniciativas en todos los sectores. Inicia la década (1961) con la instalación de un repetidor en lo más alto de la Sierra Aitana para dar conexión a la televisión, escaparate del Régimen. En el campo de la Vega Baja del Segura se sustituye el cáñamo por otros cultivos como la alcachofa. A partir del Plan de Desarrollo se produce en la provincia un fuerte desarrollo empresarial, industrial (calzado, textil, juguetes, turrón, mármol, … ), comercial y turístico. Es en 1964 cuando se inaugura en Elda el nuevo edificio y sede de la Feria Internacional del Calzado e Industrias Afines (FICIA).

En esta década de los sesenta nace en Alicante el Club de Amigos de la Unesco, centro de actividades y tribuna de debate abierta, con un claro mensaje aperturista y con una libertad vigilada con no pocos problemas con las autoridades; comienza la vida académica del Centro de Estudios Universitarios (CEU), en el curso 1968-69, primeros pasos de la futura Universidad; se funda el Banco de Alicante (1966) que, con la Caja de Ahorros del Sureste de España (actual CAM), son entidades de crédito alicantinas que quieren canalizar las inversiones de las empresas y de los particulares de la provincia y la cercana Murcia en esta época de cambios económicos. Se producen transformaciones urbanísticas en la fachada marítima de Alicante con el ensanche del muelle nº 2 del puerto comprendido entre el Club de Regatas y el edificio de la Junta de Obras del Puerto, incluido el paseo, la calzada y el aparcamiento, mejorando la imagen de la ciudad por la zona de la Explanada, se construye el Paseo de Gómiz (1968), desaparecen los últimos balnearios de la playa del Postiguet (1969) y se proyecta junto al mar la mole del Hotel Meliá que se construiría en la década siguiente (1973).

Ajeno a todo este contexto, un niño. Regordete, observador, cariñoso con su hermana de año y medio más mayor y con su hermanito recién nacido. La verdad, es que me cuesta describirme a mí mismo, aunque fuese en aquél 1964 en el que yo tenía tan solo año y medio de edad. Fueron unas navidades especiales. Para todos los niños lo son, pero estas fueron mágicas para nuestra familia. Aunque no estaban mis abuelos maternos porque el trabajo de mi abuelo Paco le tenían muy lejos de España, en Montevideo, sí teníamos su recuerdo de su última visita, del último verano que pasamos con ellos en Monforte del Cid y, también, de una cariñosa postal que recibimos de ellos y que nos felicitaban las Navidades. Pero ese año viví la cercanía de la noche de reyes con gran preocupación. Mi hermano Pablo, nacido en octubre, se había puesto muy enfermo un mes después y tuvieron que hospitalizarlo en la Clínica Vistahermosa.

El día de los Reyes Magos fue un día mágico. Ese día mi casa me pareció distinta. Distinta la luz que entró por las ventanas. Distinta mi reacción ante los juguetes traídos por los Magos de Oriente y dejados junto al árbol de Navidad. Me pareció todo distinto después de tantos días de nervios por todo. Mi hermano Pablo ya estaba en casa. Sonrosado, sus ojos azules miraban en todas direcciones con curiosidad. Mi hermana Ana, haciéndose la interesante, que para algo era la mayor. Y los regalos. Del que más me acuerdo, del que más me han hablado mis abuelos y mis padres Pascual y Mª José, del que he visto fotos, es el de un coche de pedales con bocina. Dicen que me senté en él y estuve todo el día tocando la bocina del volante hasta que se acabó la batería. Que mono, el nene, debieron de pensar los muchos que ese día visitaron nuestra casa. Pepa Gomis, madrina de mi hermano Pablo. Mis abuelos paternos. Mis tíos y mis primos. Manolo Marco, Deán de San Nicolás. Y muchos amigos de mis padres, con sus hijos. Porque ese día la estrella de Oriente se había pasado por mi casa trayendo los regalos de los Reyes Magos y la salud de mi hermano Pablo.

 

Libros y artículos consultados para confirmar fechas y hechos de aquellos años:

Los sesenta. Cambio social e inmovilismo político, de José Vicente Mateo.

Desarrollo económico y estancamiento político (1959-1973), de Ramiro Muñoz Haedo.

La economía alicantina durante el franquismo, de Salvador Forner Muñoz.

La España Cotidiana en la España de los años 60, de Javier Tusell y otros diez autores.

1964. Franco celebra sus 25 años de Paz (colección del Periódico El Mundo).