Una estrella grande y luminosa recorrió el cielo. Con ella, un helicóptero colorado voló por encima de las azoteas de Mutxamel, anunciando que el Cartero Real estaba a punto de aterrizar. Con la espera se impacientaban niños y no tan niños. Se aceleraban las emociones. Corría la imaginación por sus mentes. Aumentaban sus deseos, las ganas de regalos y de disfrutar con ellos. Con la emoción de estar a punto de ver al Cartero Real pisando tierra firme para ser mensajero de sus ilusiones. Para comunicar a los Reyes Magos los regalos que querían por haberse portado bien y haber aprobado todas las asignaturas del cole.
Cuando el helicóptero del Cartero Real tomó suelo, le dio la bienvenida una gran ovación del público que le esperaba. Una mano blanca enguantada se movió en círculos desde una de las ventanillas. Saludándonos. Cuando se abrió la puerta bajaron dos pajes junto al Cartero Real. Una representación del Ayuntamiento de Mutxamel, con la alcaldesa y algunos de los miembros de su Corporación, junto con unos niños, entre ellos mi hijo Carlos, lo recibieron. Intercambiaron palabras y saludos emocionados.
El Cartero Real, montado en un camello, recorrió las calles de Mutxamel con su boato, camino del Ayuntamiento donde recibiría a quienes le entregaran ó contaran sus deseos. Le seguían niños y niñas con sus padres, sus tíos, sus abuelos. Querían entregarle su carta para que se la diese a los Reyes Magos. Carta con los regalos que quieren recibir dentro de unos días.
Empieza la cuenta atrás para que en la noche del cinco al seis de enero los Reyes Magos se cuelen en nuestros hogares y los llenen de alegrías para nuestros hijos. Y recordaremos nuestra infancia cuando teníamos su misma inocencia. Recordaremos aquellas noches que nos acostábamos soñando con juguetes que aún no teníamos, pero habíamos pedido a los Reyes Magos y estábamos convencidos de recibir unas horas después. Recordaremos cómo, con las primeras luces del día, íbamos al salón de la casa a ver los regalos que los magos de Oriente habían dejado por la noche. A los pies del árbol de Navidad. Recordaremos aquellas sonrisas de satisfacción que ese día ya no serán sólo nuestras, también las de nuestros hijos.
3 comentarios:
Per favor, el nom és Mutxamel. Bones festes!
Pascual: He recorrido tu blog y creo que se trata de un autèntico magazine. Casi 200 entradas en 2009. Un trabajo cuidado, variado y rico en matices. Presupongo un gran esfuerzo de tiempo y dedicación por tu parte, pero también te imagino disfrutando mucho en las creaciones que presentas.
Te felicito.
Ramón Angelet.
La única manera de poner disfrutar haciendo este blog es quitarle tiempo a la televisión y al sueño. Pero entradas como la tuya, Ramón, lo justifican. Un abrazo.
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