jueves, 31 de enero de 2008

Aigues - Cabeçó d´Or


Y llegó el día esperado. Camino de Aigues, aún es de noche. Son las siete horas de la mañana del 27 de enero. Las luces urbanas iluminan unas nubes amenazantes en el horizonte. Asciende la carretera entre curvas. El pueblo está desierto. Unos faros. Otros. Empieza la fiesta. Un caminante. Otra. Se hace un grupito. Llega Enrique, un buen amigo. Alex acaba de aparcar el coche. Arturo, con su bastón de caminante experimentado, su mochila y una sonrisa de bienvenida. Restaurante El Rancho, argentino, buena carne. Nos tomamos un café con cantueso, de Monforte del Cid. Un revulsivo. La chispa para encender la mecha. El pistoletazo de salida. Antes, una foto de grupo. Somos 85 personas, un éxito para la organización. Javier Larrosa, uno de los miembros de la Asociación de Caminantes de Aigues que organizan esta ruta de senderismo, está encantado. Niños y niñas. Adolescentes. Adultos. Mayores con experiencia. Varias nacionalidades: argentinos, alemanes, ingleses, franceses, …, españoles.


Salida: desde las Escuelas.

Buenos amigos. Enrique. Arturo. Alex.



Van llegando todos ...


Iniciamos la marcha Aigues – cumbre del Cabeçó d´Or y vuelta. Tiempo estimado cinco horas. Dificultad media-alta. Llega Jesús, de Elda, con su hijo, su padre y unos amigos. Subimos hacia el balneario. En restauración. Construirán, además, unas tres mil viviendas, por la umbría. Sólo cortaran un 9 % de masa arbórea. Ojala sea así. Javier y sus amigos queremos que hagan del entorno de Aigues un Parque Natural.



Iniciamos la marcha. El balneario al fondo, en obras de restauración.



Por el bosque de Aigues.


Primeras charlas en el camino. Buen ritmo. Primeras sendas. Bosque de pinos. Pasamos cerca de la Font de la Cogolla. Por la izquierda del sendero se queda la ermita del bosque. Continuamos. El día promete. No sabemos aún lo que nos espera ...




El grupo se estila, se alarga por el camino.


A nuestra derecha se queda la Peña Roja. Antes del ascenso, unos almendros en flor. Pinceladas en el paisaje. Senderos. Hilillos en la ladera. Subimos hacia El Cantal. Importante repecho. Empezamos a subir de verdad. En zigzag. El cuerpo pide ayuda. Pasas. Chocolate. Sigue nublado. Coronamos. Primer acuarius, bebida isotónica. Barrita energética. Frutos secos.


A nuestra derecha se queda la Peña Roja.



Almendros en flor. Pinceladas en el paisaje.



Subimos en zigzag.


Llegamos a El Cantal.



Un poco de reposo para recuperar fuerzas. Paskki, Arturo y GPS.



Primer acuarius, ...


... barrita energética, ...



... frutos secos.


Javier y Paskki.


Ahora bajamos. Tendremos que volver a subir por otra ladera. Esta vez, un largo sendero. Un rompe piernas. El grupo se dispersa. Cada uno va a su ritmo. Cada uno, según sus fuerzas. Cada uno a su paso. Cada uno según sus posibilidades. Ascenso duro, muy duro. Una buena prueba para medir tu fuerza de voluntad. Para comprobar hasta dónde tu autoestima es capaz de superar tantos obstáculos. Una buena prueba para valorar el valor del compañerismo y de la amistad de quien te acompaña en tu fatiga. Antes de pasar a la umbría, un breve descanso. Agotados. Y unas vistas extraordinarias. A vista de pájaro. Foncalén. La sierra Mediana. El cerro de las Aguilas. Escobella, el pico preferido de mi amigo Enrique. El mar. Campello. La playa de San Juan.



El grupo se dispersa.



Antes de pasar a la umbría, un breve descanso. Unas vistas extraordinarias.




Foncalén. La Sierra Mediana. El Cerro de las Aguilas.


Escobella, al fondo. El pico preferido de mi amigo Enrique.


Un poco de descanso.



Mandarinas. Agua. Chocolate.



Mentalizándose para seguir.



A vista de pájaro.



Desde arriba.



Paskki.



Mi amigo Enrique.



Cambiamos de ladera. Bosque de pinos. La Carrasqueta. Nos acercamos a la Casa de Polset. Nuestra meta. No queda mucho, unos diez minutos. Se hacen interminables.



Cambiamos de ladera. Bosque de pinos.



La Carrasqueta, al fondo.



Por fín, la Casa de Polset, nuestra meta.


Llegamos. Otros lo han hecho antes. Unos, desperdigados por el suelo, descansando. Otros han ido a la cima. Almorzamos. Otro acuarius. Bocadillos. Cerca, dos pozos de nieve, muy mal conservados. Uno detrás de la Casa. Otro, más separado. Son los pozos de nieve más cercanos al mar, en la provincia de Alicante. Algunos almendros en flor. Encinas que se aferran a la piel del Cabeçó. Una carrasca centenaria. Desde aquí vemos las antenas, allá arriba. Desde aquí, vemos el mojón del punto más alto del Cabeçó d´Or, 1.210 metros sobre el nivel del mar. Hace viento y un frío que pela.



Las antenas, allá arriba en la cima.


A la izquierda vemos el mojón, el punto más alto del Cabeçó d´Or, a 1.210 metros sobre el nivel del mar.



la Casa de Polset.


Uno piensa en los habitantes de esta Casa. Aquí arriba, tan lejos de todo, aún más antes que ahora. Recogiendo y almacenando hielo para venderlo en verano. Aquí arriba, tan solitarios. Tan cerca de la naturaleza en su estado puro. Hoy la Casa, en ruinas. Sus paredes. El hueco de sus ventanas. Sus arcos. Testigos de un tiempo pasado. Testigos de nuevos tiempos. Testigos de senderistas de paso. Tantos que buscamos en sus muros un poco de apoyo, de sosiego, después de una subida tan escarpada.



Buscamos en sus muros un poco de apoyo, de sosiego.


Jesús, con su padre. La Casa. Detrás, el Cabeçó.


Otro detalle de la Casa.


Detrás de la Casa un pequeño pozo de nieve, ...



... mal conservado.



Una carrasca centenaria.



Otro pozo de nieve, más alejado.



Junto al muro del pozo de nieve, un almendro en flor.


Almendro en flor y muro.


Reanudamos la marcha. Bajamos. Unos ya lo están haciendo. Otros lo harán más tarde. En las piernas, en la espalda, en el cuello, las primeras secuelas del ascenso. Las primeras secuelas del esfuerzo. Bajo los pies, la tierra suelta. Bajo los pies, la graba. Hay que ir con cuidado. Una caída y este cansancio, podrían ser muy malos compañeros de viaje. Un último esfuerzo de ¡un par de horas de descenso!. Un grupo de conocidos iniciamos juntos la vuelta. Javier. Fernando. Enrique. El matrimonio Paco y Paqui. Su amiga argentina, Ana Antonia. Paskki. Charlando parece todo más sencillo. Hablamos del paisaje, del sendero, de Ibiza; de San José, en la costa ibicenca; del Príncipe Felipe y del rey Juan Carlos; de Hugo Chaves; de Argentina; de la próxima ruta del 24 de febrero; …
Mientras descendemos ...

... bellos paisajes.



Bajo nuestros pies, la tierra suelta.



Volvemos la mirada, la cima se está alejando de nosotros.


Volvemos la mirada, la cima se va alejando. Sale el sol. Con el sol, el calor. Otra prueba. Con el calor, olores de la montaña. Resina. Romero. Tomillo. Antes de bajar El Cantal, un breve descanso. Chocolate. Agua. La gorra bien calada. Hay que administrar bien las escasas fuerzas que quedan. Otro premio. El compañerismo de los más fuertes que nos esperan. Un regalo muy valioso. Javier. Fernando. Enrique. Paco y Paqui. Ana Antonia.

En el restaurante. Enrique. Arturo. Alex. Alvaro. Hans. Carmen, ...




Javier. Fernando. ...


Aigues nos acoge de nuevo. En el restaurante Alejandro huele a paella, a fideua. Aperitivos. Vino de la tierra. Nuevos amigos. Camaradería. Compañerismo. Mucha juerga. Risas. Carcajadas. Arturo contándonos tantas cosas interesantes: el nazi de Llombai, la Forada del Vall de Laguard, las cimas de la Aitana, … un libro abierto de par en par compartiendo sus experiencias, con anécdotas curiosas, anécdotas divertidas. Enrique, un buen amigo desde la infancia, pura nobleza, disfruta contando sus experiencias por estas tierras en bici y a pie. Alex sigue los pasos de su padre. Lo suyo es admiración y cariño con su progenitor. Paskki, también dicharachero. Con Alvaro no paras de reír. Me recuerda a otro buen amigo. Alvaro vino a Aigues por un día desde Valladolid hace muchos años y aún no se ha ido, se casó, ha hecho una familia, ha sembrado buenas raíces en este pueblo tan lejos de su Castilla, a la que no olvida, ni olvida su gastronomía. Mi otro amigo, Kike, se casó con una Vallisoletana y se llevó Valladolid a Valencia, donde viven. Los dos, Alvaro y Kike, con ese humor campechano que contagia. “Torpe … ¿a que no sabes cuál es la virgen más pesada?”, nos pregunta Alvaro. “¡La virgen de la romana!”. Risas. Hans, el alemán, no lo entiende. Enrique y Alvaro se lo explican. “Una romana es una balanza, un peso”. Otro, otro, dice Alvaro. “¿A que no sabéis cuál es la virgen más redonda?”. Sin dejarnos contestar, nos dice “¡María de la O!”. Más risas. Más cachondeo.

Brindis por todos los caminantes.


Brindis por Javier y toda la organización.



Brindis. Brindis por el alma mater del senderismo en Aigues, brindis por Javier. Brindis por todos los caminantes. Brindis por todos los que compartimos nuestro tiempo para disfrutar juntos de la naturaleza haciendo nuevos amigos. Si lo preparas no sale tan bien. Las secuelas del cansancio y del esfuerzo casi están olvidadas. Ha merecido la pena. Todo ha merecido la pena. La próxima ruta organizada por la Asociación de Caminantes, el 24 de febrero, desde Aigues a la Coveta Fumá. Nuevos caminos en dirección al mar.

7 comentarios:

Juan J. Amores dijo...

Felicidades, compañero.
Bromas aparte, tuvo que ser un gran día.
Me uno a la fiesta, por supuesto.

Anónimo dijo...

Bravo, genial, ya quisiera su saber plasmar así mis sensaciones y emociones.

paskki dijo...

Gracias a los dos. Uno escribe por placer. Pero es más placentero saber que lo que escribes gusta. Y cada uno lo hace a su manera, Arturo. Tu artículo no tiene desperdicio. Más técnico. Y cuánto envidio, envidia sana, hidratarte en La Taberna después de una mañana tan caminada. Un abrazo.

Javier Merin dijo...

Envidia de la buena. Me perdí un día estupendo. A la próxima no falto.

Abrazos

Anónimo dijo...

Que gozada y que lastima que no estuviera aquel dia por las tierras alicantinas. A ver Paskki cuando nos haces un reportage sobre el Puig Campana? Que me acuerdo yo que unos "locos", hace tiempo intentaron su escalada no sin algunas penas. Un abrazo, Philippe.

paskki dijo...

La próxima nos vemos subiendo a la cumbre, Javier.
Philippe, recuerdo lo del Puig Campana. Rutas y fotografías del Puig y de su entorno tengo muchas. Veré qué puedo hacer. Me acabas de dar una idea.

paskki dijo...

Javier Larrosa me corrige el artículo en dos cosas. La urbanización que se va a hacer detrás del balneario lo compondrán 300 viviendas, no tres mil. ¡Menos mal!. Y la ruta senderista del 2w4 de febrero es Aigues - Venta La Nuza, Aigues en busca del mar. Nos vemos ese día!.

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