“La historia
me llamó loca. Yo solo sentía demasiado. Hoy, por fin, puedo hablar.”
Con
estas palabras se alza la voz de Juana I de
Castilla en El
Silencio de Juana, una obra original de Marcos
Altuve que
rompe siglos de silencio para reescribir la historia desde la mirada de quien
nunca pudo contarla. El montaje, que se estrenó en el CCC
L’Escorxador, presenta un retrato íntimo,
político y profundamente humano de la mujer conocida como «la Loca»,
desenmascarando la maquinaria de manipulación que convirtió su vida en una
prisión sin barrotes.
En escena, Juana regresa al presente acompañada por los fantasmas de su padre Fernando y su esposo Felipe “el Hermoso”, quienes tejieron las intrigas que la empujaron al confinamiento durante décadas. Todo por tener el Gobierno que le correspondía a ella porque era la Reina. La obra expone las estrategias de “luz de gas” —la manipulación emocional que distorsiona la percepción de la realidad— con las que fue despojada de poder bajo la etiqueta de la locura. Pero esta vez, Juana habla sin cronistas ni jueces. Esta vez, exige ser vista más allá del mito.
Más
que una mirada al pasado, El
Silencio de Juana lanza
una poderosa reflexión sobre cómo las formas modernas de
manipulación siguen silenciando a mujeres incómodas para el poder.
Bajo la dirección de Marcos Altuve, el montaje convierte a Juana en un símbolo
de resistencia y autenticidad, invitando al público a cuestionarse: ¿cuántas
“locas” hemos callado hoy?
Interpretada
con fuerza y sensibilidad por Laura Poveda y Luisa
Maciá, quienes encarnan a Juana desde
distintas dimensiones, la obra cuenta también con las actuaciones de Roberto
Rodríguez como
Fernando y Jesús
Arribas como
Felipe. El vestuario está cuidadosamente diseñado por Carlos
Maciá, la
escenografía por Antonio Mora, mientras que Juan
Adrián Rodríguez se
encarga de una iluminación que acentúa lo onírico y lo emocional. La coreografía
y la asistencia de dirección están a cargo de Jaime
Contreras, y el diseño gráfico lo firma Gusmery
Paredes.
El
final de la obra es impactante y emocionante, no se sorprenda si nota que sus
ojos se humedecen y quizá den paso a una lágrima de emoción.
El
Silencio de Juana se consolida como una propuesta escénica comprometida, actual y necesaria.
Conocimos a Marcos Altuve en una charla en el Club de Opinión del Círculo Monárquico de Alicante, nos habló de esta obra y no quisimos perdérnosla. Fuimos el pasado domingo 4 de mayo. En las fotos con el Director y dos de los actores (la Reina Juana de Castilla y el Rey Fernando de Aragón) estamos una representación de ese Círculo. Y nos encantó.
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