Ser nombrado Caballero del Ancla de Oro por la Real Liga Naval Española (RLNE) es como recibir un gran abrazo de la comunidad marítima. Por definición es un reconocimiento honorífico que se otorga a personas que han demostrado un compromiso excepcional con el mundo del mar en distintas áreas, como la navegación, la investigación, la cultura, la defensa, el deporte náutico o la promoción de los valores marítimos. Es la máxima distinción ordinaria que otorga la RLNE.
Básicamente,
es una forma de decir: "tu dedicación al mar y todo lo que representa es
digna de admiración". La RLNE, que agrupa a las cinco marinas de
España (Armada, Marina Mercante, Marina de Pesca, Marina Científica y Marina
Deportiva), usa esta distinción para destacar a quienes han fortalecido el
vínculo entre la sociedad y el mar.
El título
simboliza un compromiso profundo con la tradición naval y la excelencia en el
ámbito marítimo. La entrega de esta distinción suele hacerse en eventos
solemnes, como la Cena de Gala de Hermandad Marítima, que se celebró el
pasado 23 de mayo en los Salones Sociales de Oficiales de la Armada en Madrid, evento
solemne y memorable, donde se reconoce públicamente la labor del condecorado.
Por mi parte, quiero
agradecer a la Real Liga Naval Española por esta condecoración, que
representa no solo un reconocimiento personal, sino el testimonio de la
importancia del mar en nuestra historia, nuestra identidad y nuestro futuro.
El océano, con
su fuerza y misterio, nos une a todos, nos desafía y nos inspira. Si algo me ha
enseñado la vida, es que el mar no es solo un espacio geográfico, sino un
símbolo de esfuerzo, dedicación y hermandad.
Recibo este
honor con humildad y con el compromiso de seguir contribuyendo al legado
marítimo. Muchas gracias a todos por su confianza y por otorgarme este
momento tan especial.
¡Que el viento siempre sople a favor y que el mar nos guíe con su sabiduría!
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