La primera vez que vi y
escuché detalles sobre la Casa de las Conchas de Rojales fue en la página de Instagram
Alicante Street Style de Elena Vidal, a quien conocí personalmente en una cena
coloquio en el Club de Opinión del Círculo Monárquico de Alicante. Y me
despertó la curiosidad.
Hasta ahora Rojales, que es
donde se encuentra esa casa, se caracterizaba para mí por lo mucho que tiene por
contar su puente del siglo XVIII que se construyó en tiempos del Rey Carlos III y el río Segura que parte en dos esta población.
Pero ahora hay algo más, que mira por dónde hace más famosa a esta población.
La Casa de las Conchas se ubica
en Rojales, en la calle Rodeo, nº 10, un pequeño municipio de la provincia de Alicante. Actualmente es
uno de los edificios más emblemáticos de la localidad, conocido por su singular
arquitectura y su interesante y reciente historia. Su nombre proviene de las
numerosas conchas marinas que decoran su fachada.
Es una casa
privada construida en una de las zonas más altas del municipio junto con una
zona de cuevas, habitadas antes por labriegos del lugar y ahora residencia de pintores
y escultores.
Con el paso del tiempo la
Casa de las Conchas ha ido ganando relevancia como un atractivo cultural y
turístico de Rojales, no por el barrio sino por esta casa y sus circunstancias.
Ahora se lo cuento.
El propietario y creador de
esta increíble obra es Manuel Fulleda Alcaraz, nacido en 1933 en la cercana población
de Callosa del Segura. Su juventud la pasó en su pueblo natal donde contrajo matrimonio
con Consuelo López García con quien tuvo siete hijos.
La búsqueda de trabajo le
llevó a varias ciudades de España y de Francia, hasta que se estableció en Rojales.
Trabajador incansable lo hizo allí donde le dieron una oportunidad de hacerlo en
la agricultura o en la obra o en alguna fábrica. Tenía que sacar adelante a su
familia, ya saben que esto siempre es lo primero.
Lo que nació como una
distracción para relajarse del devenir cotidiano, recoger conchas a la orilla
del mar de las muchas playas cercanas a su pueblo, se convirtió en mucho más.
A los 51 años empieza sus trabajos
de revestimientos de conchas en fachadas, balaustradas, tejados, … Porque sí,
sin que nadie se lo dijera, sin un motivo aparente. Tenía tantas conchas que
quería darles un nuevo protagonismo. Le dedicó más de 20 años a esta labor, nada menos.
Consiguió colocar alrededor
de un millón de conchas, junto con diversos elementos artesanales que el mismo
creaba. Así consiguió un resultado extraordinario que hace de esta vivienda una
casa única en el mundo.
En el 2013, Manuel enferma,
deja de trabajar y de continuar con su particular obra, y con él se va apagando
su proyecto y dedicación particular, hasta casi caer en el olvido. Pero Manuel
y su mujer se revelaron ante la evidencia. Tenían que poner remedio y no pasaba
por vender la propiedad, a pesar de las diversas ofertas que habían tenido de
personas del lugar y de lejos de nuestras fronteras. Al final es su hijo José
Manuel Fulleda López quien se encarga de ponerla en valor y abre sus puertas a
los visitantes en agosto de 2023 convirtiéndola en un reclamo turístico de
Rojales y una fuente de ingresos para mantenerla. La entrada cuesta 5 eu/persona.
Conversando con él durante nuestra visita, coincidimos que todo esto se debe a la imaginación y la paciencia de su padre, quien hizo de su tiempo libre esta gran obra. Merece la pena visitarlo, es llamativo. Las conchas no sólo cubren fachadas y balaustradas, sino que visten las paredes interiores de una cueva habitada, de un salón, además de objetos decorados que forman parte del todo para conseguir del conjunto una muestra singular.
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