Callejeando por Burdeos

Callejear por una ciudad desconocida siempre tiene un gran aliciente para dejarte cautivar por todo lo que ves y, a su vez, destacar la mejor  plaza,  la calle más bella ó el rincón más curioso. Así como saborear su gastronomía, observar los monumentos y escuchar las historias de sus piedras. A su vez, tiene un encanto especial oir las voces cotidianas,  con su acento, con su exclamación o con su parsimonia, esas que caminan a diario por estos lugares, porque  escuchas - sin querer decirte nada - la vida real de la ciudad

Burdeos está en el suroeste de Francia, cerca de la costa atlántica. La ciudad está atravesada por el río Garona. Es navegable y profundo, y siéndolo fue uno de los puertos más importantes de Francia en tránsito de mercancías. Sin embargo, actualmente ocupa el octavo lugar en Francia porque es mucho mayor el tonelaje y calado de los buques de hoy que el de hace unos años y navegar por el río es mucho más complicado.

La ciudad de Burdeos es conocida por el vino de sus viñedos. Dicen que no lo mezclan como otros vinos de otras latitudes para mantener su pureza y su   calidad. También es conocida por el gótico de su catedral de Ssn Andrés, o por la base de submarinos que construyeron los nazis que  hoy es un centro cultural.

El Burdeos que hoy conocemos se salvó de milagro de los destrozos de la II Guerra Mundial. Primero, los alemanes, bombardearon esta ciudad con el fin de rendir esta parte de Francia. Después, una vez ocupada por el ejército nazi, los bombarderos eran por los aviones aliados con el objetivo de destrozar las fábricas de aviones y de armamento que aquí habían en las afueras de la ciudad, y porque derrotar a la Francia ocupada era derrotar a Hitler.

Por unos y por otros, el centro histórico del Burdeos -  con edificios de los siglos XVIII y XIX - se salvó de las bombas. Por esto, hoy la ciudad muestra una imagen monumental y uniforme de edificios palaciegos que hoy son sede de instituciones de la política y la cultura de Burdeos. A su vez, hay en las afueras de la ciudad edificios de piedra con planta baja y piso, o dos pisos como mucho, con jardín, que antaño se construyeron para que viviera la clase obrera que trabajaba en las fábricas y ahora son ambicionadas y ocupadas por la burguesía. 

Por ellos, por su restauración y su puesta en valor, se llama a Burdeos " la perla de Aquitania" y, también, "la bella durmiente ". Gracias a este empeño de salvaguardar este centro histórico,  tambien llamado "el puerto de la luna", fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2007.