Hace unos días el CIS
publicó el barómetro de junio y la intención de voto de cara a unas nuevas elecciones
generales con datos interesantes y cuestionados para todos los gustos, por lo
que esa estimación lo que hace es sumar más incertidumbre. A esto se añade el
hartazgo de la sociedad española que ve con preocupación lo que cuesta que
nuestros políticos se pongan de acuerdo para formar Gobierno y para iniciar una
necesaria actividad parlamentaria. Con esto, todo parece indicar que el PSOE se
siente cómodo con la posibilidad de la repetición de elecciones generales
porque aumentarían mucho sus votos y sus escaños frente a las anteriores, si
las encuestas no se equivocan.
Al mismo tiempo el CIS
publicó los datos de lo que más preocupa a los españoles. La mayor preocupación
es el paro. Con la segunda mayor preocupación surgió la sorpresa: los
políticos. Su valoración está bajo mínimos. Tantas elecciones juntas, la
repetición de las elecciones generales anteriores a las ultimas, la posible
repetición de unas nuevas si es fallida la investidura de Sánchez,…. Caso
aparte es el de Iglesias quien por sí solo daña a la clase política con su
descrédito, la desconfianza que ha generado entre los suyos, con el cabreo
generalizado de los demás. A este político la ambición le ha superado y cada
paso que da es peor que el anterior. Primero vino lo de la mansión donde ahora
vive tirando por tierra sus propios criterios ideológicos, luego las escoltas,
y ahora su afán de ser ministro en el próximo y posible Gobierno de Sánchez,
supeditando su cargo a la propia negociación de Unidas Podemos con el PSOE. “El
burro por delante para que no se espante”, dice un dicho popular del pueblo que
es llano y sabio. Una vergüenza de libro. Y si no hay vergüenza, si no se tiene
decoro con lo público, si la ambición personal prima sobre el interés general,
es fácil que la buena imagen de los políticos se eche de menos. Aunque no se
puede generalizar porque siempre pagan justos por pecadores.
Las negociaciones previas a
la investidura citada no ayudan a mejorar esa mala imagen. En esas
conversaciones entre líderes de algunos de los partidos políticos con
representación parlamentaria parece que no prima el interés general, ni el
servicio público, y sí el interés particular de algunos y las estrategias de su
partido político. Siempre se ha dicho que cuando han gobernado tanto el PP como
el PSOE, lo han hecho con sentido de Estado. Esto último brilla por su ausencia
actualmente en muchos de los representantes políticos, esos que ellos mismos se
han llamado “la nueva política”. Que Dios nos coja confesados ante tanto
dislate.
Me preocupa y me duele que
la percepción de la mayoría de los españoles sea tan negativa con los
políticos. A nadie puedo engañar que me gusta la política. En mi familia ha
habido varios miembros que la han ejercido desde diferentes ideologías. De
ellos aprendí que el interés general es lo primero de todo. Cuando dejaron de
ser políticos se incorporaron a su recuperada vida cotidiana más pobres económicamente
que cuando iniciaron su actividad política, aunque mucho más “ricos” que nadie por
haber ejercido el servicio público de una forma totalmente desinteresada. La
única que debería primar.
Y ¿qué pasa con las
negociaciones, tendremos Gobierno antes de agosto?. Está claro que no hay
alternativa, que solo con el PSOE se puede hacer una mayoría que prospere, pero
aun así no se ponen de acuerdo. La abstención de PP y Cs bastaría y evitaría
que el PSOE de Sánchez negociara con los independentistas y populistas. Rivera
reitera que no se abstiene. Casado también se reafirma en lo mismo, aunque se
ve más obligado a buscar una solución porque el PSOE se abstuvo para elegir a
Rajoy como Presidente del Gobierno y evitar el bloqueo para no repetir
elecciones generales por segunda vez, y sugiere acuerdos entre otras
formaciones políticas que sumen esa mayoría.
Y sino, nuevas elecciones
generales. La última encuesta privada de GAD3 para ABC da ganador al PSOE, se
desploma Unidas Podemos, sube PP, se mantiene Cs y baja Vox. La del CIS se
parece aunque con sorpasso de Cs sobre el PP (con una diferencia de un 2%) pasando
Cs a ser la segunda fuerza política. O sea, los extremos se deshinchan y se
hace fuerte de nuevo el bipartidismo de PP y PSOE. Sería otra clara consecuencia
del hartazgo del pueblo español ante tanta incertidumbre política.
Los niños, los
adolescentes, tienen su propia opinión sobre este asunto. Hace unos años, ya
cuestionada la clase política, se hizo una encuesta en las escuelas y se les
preguntó qué quieres ser de mayor. La
sorpresa es que la profesión número uno en preferencias era ser político. Les preguntaron el motivo de esa elección.
Los más avispados dijeron que porque se hacen ricos y no trabajan. Qué les
dirían sus mayores para tener una percepción tan negativa porque ellos por sí
mismos no podían – por su edad – conocer la verdad de este asunto. Era una
percepción muy alejada de la realidad que aún está latente en la sociedad, y no
sólo por los más pequeños. Es una percepción que los políticos han de enmendar
con buenas maneras y mejores acciones que mejoren su imagen pública. Que así
sea.
Este artículo se publicó con anterioridad en mi columna de opinión del periódico Alicante Press el 6 de julio de 2019.
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