sábado, 24 de agosto de 2013

69 curvas y el Preventorio de Aigues


69, ese es el número. Y el empeño de que así es por quien nos lo cuenta. Y efectivamente, número arriba, número abajo, 69 son las curvas que hay entre Campello y Aigues. Curvas de todos los tipos: pequeñas, mediadas y muy grandes, pero curvas en cualquier caso. Ideal para la pedaleada en bici, la carrera en moto, pero no tanto para la conducción apasionada.

A pesar de estas curvas ó gracias a ellas, Aigues se visita igual. Por su encanto, por su cercanía a Alicante y, por supuesto, a Campello, por su gastronomía, por la hospitalidad de sus gentes. Y, hace muchos años, por el Preventorio de Aigues, siempre en boca de los parroquianos del lugar. Unos lo añoran, otros hablan de él con nostalgia, a otros le gustaría que se rehabilitara el edificio y se pusiera en marcha el proyecto de abrir sus puertas de nuevo, proyecto que se aprobó en época de bonanza económica y de la ya tristemente famosa burbuja inmobiliaria en España, pero que se ha paralizado por la crisis económica.

el Preventorio, la pinada de Aigues, al fondo la playa de San Juan y Alicante

El edificio principal del Preventorio de Aigues fue construido en 1838 por el arquitecto Pedro García Faria. Al mismo tiempo, el Conde de Casa Rojas embellecía los terrenos colindantes con diversas casas para quienes quisieran disfrutar de las instalaciones del Preventorio pero alejados para evitar su bullicio. En 1865 el Marqués de Bosch inició la construcción del Hotel Miramar y un nuevo balneario con las aguas termales de la zona. Este hotel tenía casino, sala de fiesta, instalaciones deportivas, zona de juegos para niños e iglesia. Su esplendor empezó a declinar alrededor de 1930. 



En 1936 lo compró el Estado para convertirlo en hospital para niños con Tuberculosis. Se cerró al extinguirse la enfermedad en los años 60. En 1973 el Patronato Nacional Atituberculosis hizo un proyecto para rehabilitar el edificio, sin éxito. En 1989 lo compró la empresa Prognosis para rehabilitarlo como balneario y construir dos hoteles. No hubo entendimiento con el Ayuntamiento de esta localidad para desarrollar este proyecto urbanístico. En 2006 las actuales instalaciones del Preventorio y sus terrenos colindantes las compró Valentín Botella, entonces Presidente del Hércules C.F. La empresa Procumasa es la que iba realizar la rehabilitación y nuevas actuaciones en su entorno. El nuevo Balneario tendría un hotel de cinco estrellas, piscinas, saunas, masajes, gimnasio, zona deportiva, sala de convenciones y restaurantes, además de una urbanización de bungalows junto a la pinada de la umbría del Cabezó d´Or.

ahora

proyecto de rehabilitación

Muchos ancianos del lugar cuentan sus recuerdos en el Preventorio, unos como clientes, otros como empleados: cocineros, camareros, enfermeros, … Todos destacan la vida social y la representación que de Aigues daban estas instalaciones. Entonces todo el pueblo vivía del Preventorio. Hoy daría trabajo a algunos de los habitantes de Aigues, contribuiría al crecimiento de la población y a la riqueza de la zona. Con un concepto moderno de balneario para todos los públicos, no sólo para la alta sociedad. Mientras algun@s lo añoran, Aigues sigue siendo lugar de vacaciones de verano para muchos al ser más benigno el calor del verano por tener al menos tres grados menos que Campello. En invierno, menos poblado, no pierde su encanto.

Para más información de Aigues, visita la web de su Ayuntamiento: http://www.aigues.es/


1 comentario:

Camila dijo...

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