Corre el agua como corren los pensamientos y los problemas y las esperanzas y la vida. Y corre porque corre, porque no hay barreras, porque es libre, porque no tiene ataduras. Porque nada le retiene. Corre rio abajo por el valle de Ricote.
- “Mientras pueda”, nos dice un agricultor que se nos aparece por sorpresa por detrás de unos juncos. “Porque la codicia de algunos quieren desviar el agua del rio mas arriba, desde el embalse del Cenajo, para venderla mas cara a urbanizaciones y campos de golf de Almería. Y el campo con que lo regaremos”.
- “No será para tanto, buen hombre”, le dice un amigo.
- “Pues no será”, contesta el agricultor.
- “Si el rio es la vida de esta vega”, le dice el primero.
- “Pues eso”, contesta el agricultor. Y sin mas palabras sigue a lo suyo. En su huerta, en la de verdad, en esa donde dobla el espinazo con las ultimas sombras de la madrugada y las primeras horas del día.
Y nosotros a lo nuestro, caminando por esta vía y sendero ecoturístico a la vera del rio, que el Ministerio de Medio Ambiente de España ha habilitado en Abaran (Murcia), para disfrute de sus vecinos y de los visitantes como nosotros.
Mientras nuestros hijos corretean por el Parque El Jarral nosotros dejamos escapar nuestras palabras de nuestras gargantas. También corren, con el aire fresco de la tarde. Corren deprisa, atropelladas, queriendo decir muchas cosas y no diciendo nada. Nada que solucione alguna cosa. Estamos como estos arboles que nos rodean. Ellos desnudos de hojas, nosotros desnudos de nuevas ideas. Aunque es el rumor del agua de los diferentes azudes los que nos refrescan los pensamientos, quienes nos animan el espíritu, quienes nos devuelven la ilusión. Como la de nuestros hijos que ríen con sus amigos correteando de un sitio a otro. Porque ellos también corren.
Para localizar a Abarán y saber más, visita: http://www.abaran.es/senderoecoturistico.htm
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