En la provincia de Alicante hubo casi un centenar de pozos de nieve, sobre todo en la parte noroccidental de la montaña alicantina. La mayoría entre los 600 y 1.400 metros snm. Fueron 34 municipios de esta provincia los que se dedicaron al almacenamiento y comercialización del hielo, que antes fue nieve. De ellos destacan los nueve que hubo en Ibi; seis en Confrides, cinco en Agres, Alcoi y Benifato; cuatro en Beniardá, Concentaina y Xixona; ... Se les denominó de diferentes maneras: según la construcción, como la Cova Arqueada de Agres; por su propietario, como la Cova de D. Miguel en Afafara/Bocairent; por el lugar que ocupan, como la Nevera del Dalt.
También son diferentes las denominaciones que se emplean para definir la misma construcción, según el municipio en donde se encuentren. Así lo llaman nevera, en Vall de ́Alcalá y Tárbena; cava, en los municipios de la sierra Mariola como Agres, Alfafara y Concentaina; pou, en Alcoi; en la sierra de la Aitana y en la de la Serrella los suelen denominar clot; caseta de la neu, en Almudaina y Parcent; siendo la denominación más extendida la de pou y pouet en Beniardá, Ibi, Castalla, Onil, Tibi; …, llamándose pocico en las zonas castellano parlantes como Villena. Todos estos términos se encuentran en diversa documentación, desde que surgió este negocio allá por los años del s. XVI.
Según su tamaño se llaman ventisquero, el más sencillo, ó nevera, cava ó pozo, más profundo y con una mayor construcción. Los muros exteriores del pozo pueden ser circulares, en la mayoría de los casos y poligonal: hexagonal en el pou del Carrascal de Castalla ó en la cava arqueada de Agres, octogonal en la cava de D. Miguel en Alfafara-Bocairent, pou de Canonge en Alcoy y en el pou de la Carrasqueta en Xixona.
La mampostería de los muros exteriores suelen estar trabajados con mortero. Las ventanas y accesos construidos en el interior del pozo, a veces son construidos con sillares y ladrillos. Los que tienen planta poligonal suelen tener sus aristas rematadas por sillares de piedra. Muchos pozos tienen accesos ó puertas construidas a nivel medio después de un pasillo ó túnel abovedado. La cubierta del pozo se apoya sobre dos cuatro ó seis arcos realizados con sillares de piedra ó mampostería, como la Cova Arqueada de Agres, ó la construida mediante una cimbra en la que a veces destaca las improntas de cañas y cuerdas de esparto, como la cava del Buitre, en Aigues. En este tipo de cubiertas, el revestimiento exterior puede ser de tejas, como en el pou del Surdo (en Xixona), ó formada por las propias piedras de la cúpula.
Cuando nevaba, la nieve se recogía con palas y azadones, transportada en capazos de esparto y arrojada al interior del pozo a través de puertas y ventanas, donde era aprisionada la nieve con mazos. Otras veces, la nieve se arrastraba por una pala tirada por mulas de carga. En la mayoría de los pozos, el fondo y las paredes se recubrían previamente de paja ó capullos de arroz, aislando la nieve del contacto con la obra. A su vez, varias capas de paja iban aislando las diferentes tongadas y, sobre todo, la última capa de nieve. Posteriormente se cerrarían las puertas y ventanas del pozo. Unas cincuenta personas eran necesarias para realizar esta labor en los pozos más grandes. Pasados los fríos del invierno, en la primavera, se procedía a la extracción del hielo picándolo en el interior del pozo, sacándolo al exterior mediante una polea e introduciéndolo en moldes ó cajas de madera. A veces se envolvían en paja y mantas, colocándose en sarrias a lomos de animales para trasladarlas a diferentes poblaciones para su venta.
En las inmediaciones del pozo de nieve solía haber cuevas ó edificaciones donde se guardaban las herramientas que se utilizaban para el almacenaje y para la carga en las mulas para el transporte del hielo, así como para el albergue para los trabajadores durante la recolección y como vivienda para el guarda que se encargaba de vigilar el pozo, su entorno y de suministrar la nieve helada a los arrieros y abasteceros que, durante la primavera y el verano, subían a recoger el hielo para venderlo.
A principios del s. XIX, con la aparición de la electricidad, la fabricación del hielo industrial y su obtención a bajo costo, termina esta actividad tradicional de la montaña alicantina. Se abandonan los pozos, sus instalaciones y sus edificios cercanos. En uno de ellos, el del Surdo, el abandono lo convirtió en ruina, perdiendo la techumbre del pozo como del edificio que albergaba a los trabajadores y al guarda. Hace unos años se restauró por la iniciativa pública del Ayuntamiento de Xixona y sus dirigentes.
En el Puerto de la Carrasqueta, a 1.132 m snm. Una señal junto al arcén de la carretera general que nos lleva a Alcoi ó a Xixona, nos señala una senda asfaltada por donde vamos al Pou de la Neu: restaurante y hotel. Junto a ellos el llamado Pou del Surdo.
Se encuentra en el alto de la Carrasqueta, en un lugar privilegiado. Ideal para dejar correr libre la mirada a vista de pájaro sobre las montañas, sobre el mar que se distingue a los lejos. Lugar para disfrutar del descanso, dejarse aconsejar por las recetas de su restaurante, caminar por los alrededores. En un paraje donde predomina el monte bajo, las encinas y los pinos. Alrededor de una senda ecológica, junto a un cruce de caminos de varios senderos que acuden a otros pozos de nieve, que recorren la cresta de la Carrasqueta, que bajan a La Torre de les Maçanes, que se acercan a Alcoi.
Desde un balcón de tierra al aire libre vemos a mi querida sierra de la Aitana y el Puig Campana por la izquierda, al Cabeçó d´Or en frente, a la Penya Mitjorn y el Maigmó por la derecha; La Torre de les Maçanes abajo, pequeñita, dibujada entre las ondulaciones de lomas y montes que la conforman.
La costa, con una luz que viste de azul a Alicante y sus edificios, al castillo Santa Bárbara, la sierra grosa, las casas de la playa de la Albufera y las de la playa de San Juan, los cabos de las Huertas y de Santa Pola. La isla de Tabarca, recortada sobre el mar, protagonista de la bahía alicantina. Unos puntitos sobre las olas, veleros en regata buscando unas horas de gloria.
Al entrar en el patio del hotel nos recibe un remanso de paz. Una mesa y unas sillas de madera, ahora solitarias. Unas bicicletas de valientes ciclistas que han llegado hasta aquí después de superar el Alto de la Carrasqueta, emulando al Chaba, a Escartín, a Indurain. Son los olores de los fogones de la cocina del restaurante los que nos invitan a entrar. Antonio, gerente y jefe de cocina, nos recibe en la puerta con una gran sonrisa. Nos enseña la sala de estar del hotel y su biblioteca, la recepción, los salones del restaurante y nuestra mesa junto a una ventana que enmarca las montañas como el Puig Campana ó el Cabeçó d´Or. Y nos recomienda recetas de su casa para alegrar al paladar y al espíritu. Pericana, embutidos de la montaña, queso curado con miel de romero, arroz con conejo y caracoles, farditos de bacalao con espinacas, chuletas de cordero con ajos tiernos, gazpachos de la montaña, arroz caldoso con perdiz, giraboix, … Bañado con un vino Peña Candiella 2005 (vins del Comtat). En los postres: calabaza al horno con mermelada de tomate, turrón a la piedra, aguamiel con helado de mantecado, …. La oferta para elegir es abundante. Para disfrutar entre charla y charla.
Igual que cuando hemos llegado, volvemos a acercarnos al pozo de nieve (pou del Surdo). De planta circular, con 1.100 metros cúbicos de capacidad. Protagonizando su espacio en la historia, en las costumbres del lugar cuando se recogía la nieve en invierno y se comercializaba el hielo en verano por las poblaciones cercanas. Pou del Surdo y Pou de la Neu, motivo de nuestra excursión familiar de finales de año.
Obra consultada: “Los pozos de la nieve”, de José María Segura Martí.
Dirección del Hotel/Restaurante Pou de la Neu: http://www.poudelaneu.com/
Catálogo de los Pozos de Nieve: http://www.pahiscul.com/cavasdehielo.htm#forata4
TEXTO Y FOTOS DEL AUTOR DE ESTE BLOG: PASCUAL ROSSER LIMIÑANA.
4 comentarios:
Como te castigas. Lugar imprescindible de nuestra geografía, tanto por el paisaje como por la rehabilitación.
Por cierto, la pericana una de las mejoras que he probado.
Preparate que el 23 Aigües - La Torre
Hola Pascual y compañía. Soy Antonio, un chaval de Elda (Alicante).
Toda la vida en este valle y todavía no había subido Bateig, pero el día 5 al atardecer lo hicimos un amigo y yo.
Al volver a casa estuve echando un vistazo por internet, buscando información sobre la ruta y me topé con tu blog y tu manifestación cuando subisteis en 2.008 y me agradó tu forma de hablar sobre esta zona, ya que mucha gente de aquí no sabe que vivimos en un lugar bonito, no se han parao, sosegao, y han ocupado parte de su tiempo en recorrerlo y cuidarlo. Afortunadamente hay otras muchas que si.
Gracias por tu amor el entorno.
Un saludo de un montañero de 31 años...
Antonio
Buen sitio este hotel, el pozo de nieve y su entorno para un poco de sosiego, amigo Arturo. Nos vemos en una próxima ruta senderista.
Bienvenido, Antonio. En este blog encontrarás muchas cosas de las que dices que te gusta. Rutas senderistas, rincones de nuestra provincia, de España, del mundo. Reivindicaciones de sensaciones que me dan sosiego a los pies de la orilla del mar, en la cumbre de una montaña, conquistando con palabras los castillos que hicieron historia, un buen plato de olleta de blat, ...
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