Para muchas personas de la sociedad actual, de este mundo globalizado, “la pobreza es invisible porque no la ven, no la viven, no la sufren”. Esta ha sido una de las frases más impactantes que hoy (3 junio 2010) nos ha contado Jaime Valcaneras durante una conferencia en la sobremesa de nuestra comida de los jueves en el Rotary Club Alicante Puerto.
Cuando Jaime Valcaneras se jubiló, después de una ajetreada vida laboral, apreció esa libertad tan esperada por él de poder disfrutar de su tiempo sin ataduras, sin prisas, haciendo lo que le apetecía. Pero pasados unos meses, un buen día se le ocurrió pasarse por una oficina de Cáritas. ¿Para hacer qué?, le preguntaron. Para lo que haga falta, contestó. Y hacía falta, como voluntario. En esta nueva faceta de su vida aprendió a escuchar a los más desfavorecidos. Cada uno con sus penas, con sus desgracias.
Historias desgarradoras donde la droga, el paro y el sida son protagonistas. Durante estas experiencias le propusieron ser Director de Cáritas Diocesanas Orihuela-Alicante. Y desde que lo es, sigue siendo uno más en esta ONG caritativa de la Iglesia Católica. Sigue colaborando como voluntario. Sigue escuchando a sus semejantes que acuden a esta organización a contar sus problemas, buscando ayuda para alcanzar un horizonte más esperanzador. Además, coordina la labor de 235 parroquias alicantinas que tienen más de 1.000 voluntarios dedicados a la atención primaria, el sostenimiento y el apoyo a los más desfavorecidos de la sociedad.
Todos los días aprende de aquellos que luchan por sacar a sus familias adelante teniendo tan poco. Pero también hay personas que lo han perdido todo de la noche a la mañana. Porque ha vivido situaciones dramáticas de familias pobres, también de aquellas donde los padres de familia han sido ejecutivos de cuello blanco y que hoy están los dos en el paro. Y para este drama no hay nacionalidades, todas están afectadas. Para algunos, además del paro, se les une la deslocalización al estar tan lejos del pueblo ó ciudad ó país ó continente que les vio nacer.
Porque la pobreza no es invisible. Está ahí, muchas veces está muy cerca de nosotros. Muchas veces la vemos cuando un niño escarba en la basura de un contenedor porque tiene hambre, cuando hay mendigos en un semáforo ó en una calle principal pidiendo limosna porque llevan varios días sin probar bocado. También está el drama de personas que quieren salir de la drogadicción y no pueden por sí solos. Los que salen de la cárcel y necesitan una reinserción social que no siempre es fácil. O los enfermos del sida, que no sólo necesitan medicación y cuidados médicos, sino también cariño y atención.
Nos habla orgulloso de la Casa Veritás, lugar de acogimiento y cuidado para personas con esta enfermedad. A ella sigue acudiendo muchas tardes como voluntario para ayudar en lo que sea necesario.
Jaime Valcaneras nos ha alterado nuestras conciencias para ser más sensibles en actividades de servicio a los demás, buscando el bien estar de los más desfavorecidos. No sólo con ayudas económicas, tan necesarias, sino también aportando nuestro tiempo y dedicación en servicios a los más discriminados por la sociedad. Este Club ha colaborado con Cáritas y lo seguirá haciendo, no sólo con aportaciones económicas, sino también con más conocimiento de esta realidad social tan conmovedora, con más tiempo dedicado a esas personas marginadas por esta sociedad.
Pascual Rosser Limiñana
Rotary Club Alicante Puerto
Artículo publicado con anterioridad en la revista España Rotaria Julio-Agosto 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario