¿Dónde nace la Navidad como la conocemos hoy? Muchos pensarán en Laponia, residencia de Santa Claus; o en Belén, cuna de Jesús; y quizá acertarían los dos. Pero les falta conocer algunos detalles para hacer esa manifestación con rotundidad. Me explico.
La respuesta puede estar
mucho más cerca de lo que imagina. Permita la siguiente afirmación porque está
fundamentada, ya verá, desde hace siglos la Navidad nace en Alicante, tierra
que no solo vive intensamente estas fiestas, sino que exporta sus símbolos,
sabores y tradiciones al mundo entero.
San Nicolás: de Alicante al
mundo
Todo empieza con San Nicolás
de Bari, patrón de Alicante. Según la tradición, San Nicolás predicaba por
tierras alicantinas antes de partir hacia Holanda, entonces parte del Imperio
español, con su barco cargado de naranjas y juguetes. Allí se transformó en
Sinterklaas, una figura que aún celebran, cada 5 de diciembre reparte regalos a
los niños neerlandeses. Esta imagen fue más tarde adaptada por los inmigrantes
holandeses en EE. UU., dando lugar al popular Santa Claus. Y sí, con una ayuda
especial de Coca-Cola, su traje rojo se volvió universal. Así, sin saberlo,
Alicante lanzó al mundo al mismísimo Papá Noel, nombre aupado por Francia en
Europa.
El Belén más grande del mundo
Ahora deje que demos un salto
en el tiempo. En 2020, Alicante se colocó en el Libro Guinness de los Récords
por tener el Belén más grande del mundo. Una imponente representación ubicada
en la Plaza del Ayuntamiento con las figuras de San José, la Virgen y el Niño
Dios, junto con los Reyes Magos, que supera los 16 metros de altura. Este Belén
monumental no solo embellece la ciudad, sino que revindica la tradición
belenística como uno de los grandes símbolos de la Navidad española.
Alicante y su fuerte
tradición belenista
Además del Belén gigante,
Alicante cuenta con una sólida tradición de belenes artesanales. El Museo de
Belenes, en pleno casco antiguo, conserva auténticas obras de arte que
representan escenas del nacimiento de Jesús, realizadas por artesanos locales.
Además, en lugares como la Diputación, la Plaza de la Montañeta o la
Concatedral, se montan belenes visitados por miles de personas cada año.
Ibi y Onil, a cuna de los juguetes
En el interior de la
provincia, Ibi y Onil son conocidas como la cuna de los juguetes. Aquí nacieron
algunas de las marcas más míticas de España como Payá, Famosa o Feber.
¿Recuerda la muñeca Nancy o Nenuco? Pues sí, salieron de estas fábricas
alicantinas. Hoy siguen produciendo juguetes que llegan a miles de hogares en
Navidad, y su legado se conserva en el Museo del Juguete en Onil. Es público y
recomiendo su visita.
Turrón: el dulce más
navideño… y alicantino
¿Qué sería de la Navidad sin
turrón? Jijona y Alicante son los dos grandes referentes. El turrón de Jijona,
blando y cremoso, y el turrón de Alicante, duro y crujiente, forman parte de la
identidad culinaria de estas fiestas. Desde estas localidades se exporta este
dulce ancestral a todo el mundo. Alicante endulza la Navidad, literal y
emocionalmente.
Calzado, para pajes y Reyes
En Elche se fabrican los
zapatos que llevan los pajes, Reyes Magos y Papa Noel. Sin ellos, no podrían
recorrer tantas millas regalando ilusiones.
Las uvas de la suerte
En Monforte del Cid se cultivan
y cuidan con esmero las uvas que tomaremos el 31 de diciembre con las
campanadas para dar la bienvenida al nuevo año.
Fondillón y Stellae Duce para
brindar
En Monóvar se sigue
embotellando el famoso Fondillón, que ya se bebía en la Corte por los Reyes en
el siglo XV. Recientemente además ha entrado en escena el apreciado Stellae
Duce, sparkling wine. influenciado por las estrellas y el recuerdo de los que
nos precedieron y vagan por el firmamento en su eterna travesía.
Villancicos con guitarra
alicantina
Y para completar el cuadro,
no podía faltar la música. En Muro de Alcoy, otro rincón alicantino, se
fabrican guitarras artesanales que acompañan villancicos, coros y serenatas
navideñas. Instrumentos que combinan tradición y calidad y que han conquistado
tanto a músicos profesionales como a aficionados.
Alicante, corazón navideño
del Mediterráneo
Si sumamos todos estos
elementos, no queda duda: Alicante no solo celebra la Navidad, la fabrica y la
lanza al mundo. Desde su historia, sus artesanos, sus sabores y su arte, esta
tierra expande la esencia de unas fiestas navideñas que unen culturas y
generaciones.
































